- Hermione ¿Estás lista? – me preguntó Ginny mientras se asomaba en la puerta de mi habitación.
Nos encontrábamos en el gran juego de Quidditch que todos los magos habían esperado durante todo un año desde que anunciaron dicho partido. ¿Cómo llegamos aquí? Pues, el papá de Ron tiene un amigo del Ministerio que consiguió entradas para todos nosotros, y al decir todos nosotros, incluyen tanto a Harry como a mí. Ahora me encontraba en una de las tantas habitaciones de la carpa mágica terminando de arreglarme para ir al partido.
- Sí, solo me hace falta ponerme perfume y ya estoy lista – le contesté mientras iba a la mesita de noche, que estaba a lado de la cama, para agarrar el frasco de perfume y echarme un poco en el cuello – Lista – le sonreí y me dirigí hacia la puerta - ¿Y los chicos?
- Están en la entrada del campo esperándonos – me respondió mientras caminábamos hacia la salida de la gran carpa
- ¿No nos esperaron? – le pregunté incrédula. Sé que somos chicas, pero no nos hemos tardado mucho en arreglarnos, por eso me impresionaba.
- Ya los conoces, quieren ver el ambiente, comprar comida, pero, sobre todo, hablar con...
- Chicas – le interrumpí, porque conocía tanto a mis amigos que sabía lo que les interesaban, y es que si hay un partido grande es sinónimo de que haya muchas chicas, más bien, desde que llegamos veía como Harry, Ron y los gemelos veían a varios mujeres, por lo tanto, ya sabía que esto iba a pasar en un momento u otro.
- Exacto – automáticamente las dos nos reímos.
Salimos de la carpa y caminamos por el extenso campo vía al estadio. A lo largo del recorrido veía a familias, jóvenes, niños y figuras importantes del Ministerio, había mucha gente, pero sabíamos que esto iba a pasar, ya que este partido se iba a jugar en el campo de Quidditch más grande de todo el mundo mágico, por lo tanto, debe haber unas 80 mil personas aproximadamente.
Ginny y yo estábamos tratando de buscar a los chicos en la entrada del campo que nos tocaba, sin embargo, no lográbamos encontrarlos. Barrí con mi mirada una última vez el sitio a mi alrededor, ya me estaba frustrando por no encontrarlos hasta que escuché la voz de mi amiga.
- Allí están – me dice Ginny mientras me señalaba a un grupo grande de chicos donde se destacaban diversas cabelleras pelirrojas.
- ¡Que vista tienes Ginny! Ya me estaba frustrando por no encontrarlos – suspiré y ella rió
- ¡Vente! Vamos con ellos – automáticamente ambas empezamos a caminar hacia aquel grupo.
- Sé que somos chicas, pero no tardamos demasiado para que nos dejaran tiradas – comenté cuando ya estábamos acercándonos para llamar la atención, y funcionó, ya que los cuatro pares de ojos de mis amigos se voltearon para mirarnos de forma asustada.
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𝒜𝓂𝑜𝓇 𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉𝑜
RomanceUna leona y una serpiente. Enemigos de sangre. Un amor prohibido. Una historia totalmente diferente. "𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘢𝘣𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘥𝘰 𝘺 𝘭𝘢𝘴 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 �...