- Pfff —resoplé con sarcasmo—, "Deterioro educativo" —dije, imitando la voz chillona de Umbridge, lo que provocó una risa inmediata de Draco.
- No te rías, Draco, hablo en serio —le advertí, lanzándole una uva en tono de juego.
Estábamos sentados en una de las mesitas de picnic cerca del bosque, un rincón tranquilo y apartado donde podíamos estudiar. O al menos intentarlo. La sombra de los árboles y el suave murmullo del viento hacían que fuera el lugar perfecto para escapar del caos que Umbridge había impuesto en Hogwarts.
- ¿Alguna vez te he dicho que te ves muy bonita cuando te enojas? —dijo Draco, con esa sonrisa pícara que lograba desarmarme cada vez.
- No la soporto —bufé, cruzando los brazos—. Lo único que hace es meter las narices donde no le llaman y encima nos llena de tareas. Ni siquiera he podido verte a solas en una semana.
Con todo lo de Umbridge, Draco y yo apenas habíamos podido estar juntos. Por eso habíamos decidido venir aquí, aunque fuera solo para estudiar. Cualquier excusa era buena para escapar y compartir un rato, solo nosotros dos.
- Y encima, ahora la nombraron inquisidora de Hogwarts —dije, dejando caer mi pluma sobre el pergamino, sintiendo el peso de esa noticia.
- Lo sé, a mí tampoco me agrada —respondió Draco, frunciendo el ceño—. Siento que esto va a peor- Asentí en silencio, pero antes de que pudiera decir algo más, una voz familiar interrumpió nuestra conversación.
- Así que aquí estaban... —dijo Theo, con su típico tono despreocupado.
Draco y yo volteamos, y vimos a Theo, Blaise y Pansy acercándose con sus capas de Slytherin ondeando a medida que caminaban hacia nosotros.
- En lugar de tener una cita romántica, ¿estudian? ¿Qué es eso? —se burló Blaise, haciendo que Draco soltara una risa.
- Blaise, no por nada son los mejores alumnos de todo el colegio —comentó Pansy con una sonrisa divertida.
- ¿Qué hacen aquí? —preguntó Draco, levantando una ceja.
- Queríamos huir de esa señora —respondió Pansy, poniendo una cara de disgusto.
- ¡Me agobia! —exclamó Blaise, sentándose pesadamente frente a nosotros—. Observa cada clase, ahora hay que llevar el uniforme impecable porque, si no, te lo arregla con magia. Cuestiona a los profesores, prohibió la música... pero lo peor es que ¡ya no puedo besar a una chica! —Blaise se quejó, agitando las manos—. Es como si tuviera ojos por todas partes. En un segundo está ahí, separándonos.
- Lo que más te molesta de todo esto, Blaise, es que te están quitando todas tus conquistas —solté, sin poder evitar una sonrisa. Todos estallaron en carcajadas, menos Blaise, que mostraba una expresión de pura frustración.
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𝒜𝓂𝑜𝓇 𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉𝑜
RomansaUna leona y una serpiente. Enemigos de sangre. Un amor prohibido. Una historia totalmente diferente. "𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘢𝘣𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘥𝘰 𝘺 𝘭𝘢𝘴 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 �...