La Maldición..

Un altar en llamas..

La mañana del 5 de enero de 2014**, me preparaba para ir a mi trabajo como celador en el cementerio local. Todo transcurría de forma tranquila, como cualquier otra mañana. Saludé a los vecinos mientras el frío de la madrugada me envolvía, ya que era temprano.

A eso de las **7:40 de la mañana**, llegué caminando al panteón, disfrutando del aire fresco. Me gusta madrugar y caminar, es una forma de despejarme antes de comenzar el día. Mi compañero de turno ya estaba allí y, sorprendido por mi puntualidad, me dijo que esperara hasta la hora oficial de entrada. Así que decidí quedarme un rato con él.

Es aquí donde las cosas se tornaron extrañas.** A lo lejos, en una parte del panteón donde aún reinaba la oscuridad, vimos unas luces extrañas. Aunque ya estaba amaneciendo, ciertas áreas permanecían envueltas en penumbra. Decidimos usar nuestras linternas para iluminar el camino y acercarnos al origen de esas luces. Cuanto más nos acercábamos, más evidente era que algo fuera de lo común estaba ocurriendo.

De pronto, distinguimos a **cinco personas con capuchas negras**. Al vernos, huyeron rápidamente. Tratamos de alcanzarlos, pero no lo logramos. Sin embargo, lo que descubrimos después fue más perturbador que cualquier encuentro con extraños encapuchados.

Frente a nosotros, había un **altar en llamas**. Lo estaban intentando meter dentro de una cripta vieja, pero el fuego lo consumía todo. A pesar de las llamas, era posible distinguir la **figura de una cabra** en el centro del altar, rodeada por lo que parecían ser **gatos**. El altar emanaba una energía oscura y perturbadora, una escena que jamás olvidaré.

Ese día entendí que hay personas capaces de cometer actos atroces, capaces de llegar hasta los extremos más oscuros para causar daño. Fue una experiencia que me marcó y que siempre recordaré con escalofríos.