En un remoto monasterio tibetano, un joven monje llamado Tenzin se dedicaba al estudio de los antiguos textos budistas. Entre sus lecturas favoritas se encontraba la frase de Buda: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional". Tenzin la meditaba profundamente, buscando comprender cómo aplicar esta sabiduría a su vida.
Un día, mientras exploraba las antiguas cámaras del monasterio, Tenzin descubrió una máquina de metal brillante, oculta tras una pared secreta. La máquina era extraña y compleja, con símbolos y jeroglíficos que no reconocía. Intrigado, Tenzin la activó. Un resplandor cegador inundó la cámara y una voz profunda resonó: "Has liberado al sufrimiento".
Al principio, Tenzin sintió una inmensa paz. El dolor físico y emocional que había experimentado a lo largo de su vida parecía desvanecerse. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que algo andaba terriblemente mal. Los otros monjes comenzaron a comportarse de manera extraña, sus rostros se volvieron vacíos y sus ojos, opacos. El monasterio se convirtió en un lugar silencioso y opresivo.
Tenzin comprendió entonces que la máquina no había eliminado el sufrimiento, sino que había anulado la capacidad de los monjes de sentir cualquier emoción, tanto el dolor como la alegría. Al suprimir el sufrimiento, habían perdido también la capacidad de amar, de reír y de experimentar la belleza del mundo.
Aterrorizado, Tenzin intentó desactivar la máquina, pero fue demasiado tarde. La voz profunda volvió a resonar: "El sufrimiento es la moneda de la experiencia. Al negarlo, niegas la vida misma".
Tenzin se quedó solo en el monasterio, rodeado de monjes vacíos y una paz sepulcral. Se dio cuenta de que la frase de Buda tenía un significado mucho más profundo de lo que había imaginado. El dolor era inevitable, pero el sufrimiento era una elección. Y al elegir eliminar el sufrimiento, había condenado a todos los que amaba a una existencia vacía y sin sentido.
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La Maldición..
ParanormalLa maldición es un libro de poesía triste y relatos miedo . es un libro un poco terrorífico ... estoy probando algo nuevo mezclado la dulce poesía triste con relatos de miedo, el terror. Enamórate de La maldición.