Parte 16

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MARCO

Por la mañana, la despierto llenándola de besos. Sonríe aún sin abrir los ojos. Es tan bonita que no puedo dejar de mirarla.

- Despierta, voy a preparar el desayuno – Lanza los brazos al aire, me agarra del cuello y me hace tumbarme. Caigo encima de ella y no me suelta

- ¿Podemos quedarnos así toda la mañana? ¿o toda la vida? – me río mientras la beso el hombro.

- En cuanto desayunemos iremos a dar un paseo por el monte – Gruñe.

Consigo soltarme y voy a la cocina. Enciendo mi móvil de siempre para ver si hay algo importante. He preferido mantenerlo apagado por si también tenía un micrófono. Así que quiero mirar si tengo llamadas o mensajes y volver a apagarlo. Abro el mensaje de Vittoria que no había leído, con las naves y locales que tienen los Vaniccelli. Ya no lo necesito pero me lo guardo porque nunca se sabe cuando se puede necesitar cualquier información. Contesto con un simple gracias y me pongo a preparar el desayuno. Me llama de inmediato.

- Dime

- ¿Cómo que gracias? – Suspiro – Me debes un gran favor

- ¿Qué quieres, Vittoria?

- Tengo que verte. Ésto no se dice por teléfono.

- Estaré fuera algunos días así que o me lo dices o el favor se pierde

- Un hijo contigo

- ¿Estás de coña? – Paso mi mano por la frente y dejo el cuchillo en la encimera.

- ¿Por qué no cariño?, nos vemos desde hace tiempo y quiero tener uno. - Empiezo a cabrearme

- Una cosa es que te deba un polvo, que ya te lo echaré y otra cosa es que te de un hijo. ¡Estás loca!

Algo se mueve rápido por mi lado y veo a Chiara salir corriendo por la puerta. ¡Mierda!. Cuelgo el teléfono y la sigo.

- ¡Para, Chiara! – le grito pero ella corre hacia el bosque ignorándome. Cuando por fin la alcanzo la cojo de la muñeca se gira y me mira con odio. Me da un manotazo y la suelto de inmediato.

- No te acerques a mí – Su mirada y su tono de voz me hacen detenerme

- ¿Qué pasa? – Sé porque está enfadada pero necesito tiempo para pensar que decirle

- ¿Me tomas el pelo, Marco?. Te he oído diciéndole que la vas a echar un polvo. Sé que no somos nada. Que soy una puta niñata que te sirve para jugar un rato pero ¿tienes la puta cara de decírselo cuando estoy en la habitación de al lado? ¿Qué piensas que soy? ¿Una de tus putas? Hace dos días perdí la virginidad contigo, sé que para ti no es nada pero para mí es importante

Joder tiene toda la razón, la he cagado a lo grande. Sus lágrimas de rabia caen por sus mejillas. Trato de acercarme, pero da pasos hacia atrás

– Ni se te ocurra acercarte.

- Escúchame por favor. Vittoria es una vieja amiga. Follamos, eso es todo. Me hizo el favor de conseguirme información para encontrarte y quiere algo a cambio. No voy a follármela, sólo quería ganar tiempo. Las cosas entre las familias son complicadas y cualquier malentendido puede desencadenar una guerra. Ella pertenece a una familia aliada con nosotros y no podemos dar un paso en falso.

- ¿Vas a tener un hijo con ella para que las familias o los negocios sigan estando bien? ¿Qué eres un puto Marco?, ¿eres el puto de Filippo?

- No voy a tener un hijo con nadie. Y no soy su puto. Necesitaba encontrarte y le hubiera dado todo lo que me pidiera a cambio de tu paradero y no por tu padre, sino por mí. Me estaba volviendo loco y no sabía donde buscar. Levanté todo Nápoles pero no conseguía encontrarte.

POR TODAS ESAS RAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora