Parte 36

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CHIARA

- Me voy a vivir con Andrea

- ¿Cómo? – se queda perplejo pero sé que se alegra. Es lo que quiere desde que vine a vivir aquí. Que junte a dos familias poderosas, así que sé que no me va a poner pegas por ser menor de edad.

- Que me voy a vivir con él. Bueno a su casa.

- Pero creí que...

- Sólo somos amigos. Me iré hoy mismo, ya he hablado con él. 

Cuando me voy, abro la puerta haciendo que voy a salir pero sólo quiero que Marco lo escuche. me giro de nuevo hacia Filippo.

-Otra cosa, ya no necesitaré los servicios de tus empleados. Andrea y sus hombres me protegerán. 

Esta última parte la digo mirando directamente a Marco que está en la puerta para volver a entrar. Veo en sus ojos dolor y rabia, su mandíbula se tensa y aprieta sus puños. Me da igual, le quiero lejos, muy lejos. Estoy hirviendo de ira. Nunca me había dolido tanto una traición.

En vez de entrar de nuevo, Marco cierra la puerta del despacho y me sigue.

- No te puedes ir con él, Chiara. Espera unos días, hablaremos, te lo explicaré todo. Confía en... - Ardo por dentro al escuchar esas palabras

- Ni se te ocurra terminar la frase. Te odio Marco y te quiero lejos de mí – Me agarra del brazo y me acerca hacia él. Estoy apunto de derrumbarme cuando sus ojos y los míos se encuentran. Mis lágrimas amenazan con salir. Y sólo quiero que me abrace. Pero me recompongo cuando las imágenes de lo que vi ayer vuelven a mi cabeza.

- Te quiero Chiara, sólo tienes que escucharme – Hago de tripas corazón y le empujo. No le muevo apenas pero lo suficiente para salir corriendo.

Recojo las cuatro cosas que me quedan sin romper. Entre ellas el collar y el anillo de Marco. Se que debería tirarlo o devolvérselo pero no me veo capaz. El resto tendré que ir comprando todo de nuevo, usaré la tarjeta que me dieron. Bajo las escaleras cuando oigo el timbre y escucho la voz de Andrea hablar con mi padre.

Me enjuago las lágrimas. Alessia se abalanza sobre mí y me abraza.

- Mi niña, no te vayas por favor. No siempre las cosas son lo que parecen – me susurra al oído

- Te quiero mucho Alessia, te echaré de menos y podrás venir a verme cuando quieras – miro a Andrea porque no es mi casa pero asiente sonriendo.

- Gracias por dejarme ir, Filippo – le digo secamente. Por el rabillo del ojo veo a Marco que entra al salón por la puerta del jardín pero le ignoro y salgo rápido por la puerta hacia el coche. Cuando Andrea me abre la puerta para que entre oigo una voz detrás de nosotros.

- Como le pongas una mano encima sin su consentimiento te mataré – No me atrevo a girarme porque lloraré.

- ¿Estas amenazándome?

- Sí

- ¿Sabes cual son las consecuencias?

- ¿Te crees que me importan?

- Andrea por favor – digo en un susurro mientras que trato de contenerme para no temblar – sácame de aquí.

Se que debería odiarlo, pero aunque me ha roto el corazón no quiero que tenga problemas con las familias. Sería su fin.

Llegamos a su casa, en el coche hemos ido en silencio. No me apetece hablar, cada poco me mira pero le ignoro para que no empiece una conversación que no soy capaz de tener. No le he dicho nada de lo que he visto, simplemente que he tenido problemas en casa y que si me podía quedar un tiempo en su finca. Se ha sorprendido pero ha aceptado de inmediato, cosa que me alegra.

POR TODAS ESAS RAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora