CHIARA
Mi única esperanza de salir de aquí se ha esfumado. Hoy era el día, el día en el que iba a volver a estar con Marco. Nos íbamos a ir a Roma juntos o donde fuera. Huir. Y lo peor es que ya no puedo hacer el circo que hacía antes porque no me va a creer y ya ni siquiera tengo fuerzas para intentarlo.
- Eres una zorra mentirosa. Dijiste que me querías.
Ni siquiera chillo cuando me tira sobre la mesa dándome en el costado. Comienza a patearme el abdomen y sólo quiero vomitar.
- Te lo he dado todo, jodida desagradecida y te hubieras ido con ese don nadie - Me levanta tirándome del pelo hacia arriba.
Me mira con los ojos como si estuviera poseído por el demonio. Ya no le tengo miedo porque tengo tantas ganas de morir que provoco que lo haga. Sonrío, creo que es la primera vez en mucho tiempo que lo hago de verdad. Sin engaños. Él me mira desconcertado.
- ¿De qué cojones te ríes?. –Me yergo delante de él sosteniéndome el abdomen, me duele. Fijo seria mi mirada en sus ojos y le encaro.
- Que ese don nadie tiene un apellido más grande que el tuyo y te va a hundir. Escúchame bien, jamás podré amarte a ti como le quiero a él. Así que ya puedes matarme porque mi alma ya lo está sino estoy con él. – Me mira con rabia, pero no dice ni hace nada.
Ya no siento dolor, sólo me pasan por mi mente imágenes con Marco. Despeinado al levantarnos con esa cara de pillo, su sonrisa, que sólo la muestra conmigo, la forma en la que me mira, esos ojos que me transmiten tanto.... Me cuesta respirar y todo se va tornando oscuro. Dejo que mis ojos se cierren mientras todo mi cuerpo se desvanece empapado en sangre.
Me incorporo en el hospital. Elda está a mi lado.
- ¿Alessia? – Pregunto por ella porque tengo miedo que le haya hecho algo.
Elda se acerca a mi oído mirando hacia la puerta. Le tiemblan las manos.
- Marco se le ha llevado a Roma, para ponerla a salvo. Me pidió que te dijera que aguantaras, que fueras fuerte que vendrá a por ti antes de lo que crees. No le he dicho nada de lo que ha pasado, se volvería loco y no sé si lo mejor es que entre pegando tiros.
- Gracias Elda, has hecho bien. No puede pasarle nada. Ya veremos la manera de sacarte de aquí.
- ¿Y tu? - No tengo esperanza de salir de la vida de Andrea, pero necesito que todos se alejen, Elda, Alessia, Susana y Marco. Tienen que irse. Su vida aquí corre peligro.
La puerta se abre provocando que dé un respingo. Entra Andrea con el doctor y cierra de un portazo.
- Sal – Le dice a Elda y yo la miro asintiendo. Mis manos no dejan de temblar y no me atrevo a mirarle.
- ¿Qué tal te encuentras? - pregunta el doctor pero ni siquiera respondo. - He hablado con Andrea para valorar tu estado. No me andaré por las ramas. Has sufrido un aborto aparte de todas las contusiones que tienes – Me quedo paralizada. Andrea no me llevó a ponerme la siguiente dosis de anticonceptivo. Quería que le diera hijos. Pese a que me duele haberme quedado embarazada y más de él, ese bebé no tenía la culpa. No quiere decir que no me duela que un posible hijo mío haya fallecido por culpa de un psicópata.
Dirijo la mirada hacia Andrea. La ira me invade. Esto ya no es algo entre él y yo. Un ser inocente ha pagado por ello. Durante unos segundos me la mantiene pero enseguida la aparta.
- Andrea ha decidido que te demos medicación para tranquilizarte y así no tener que tener más discusiones - Creo que no estoy oyendo bien.
- ¿Él me pega y soy yo la que me tengo que tratar?. Lo que tendrías que hacer es llamar a la policía. Pero supongo que te ha pagado bien.
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POR TODAS ESAS RAZONES
RomanceChiara acaba de perder a su madre y tiene que volver a Italia con un padre al que apenas conoce. Marco, es la mano derecha de éste. Frío, cruel y letal. Los problemas empiezan a surgir cuando Marco comienza a mirar a Chiara de una forma distinta a...