Parte 44

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CHIARA

Si antes odiaba a mi padre ahora más. No me extraña que Marco quiera matarle, pero no se lo puedo permitir. No puedo aprobar la muerte de nadie y menos si soy yo la que lo autoriza. Le odiaría a él de por vida y aún más a mi misma.

El caso de Fiorella es lo que mas asco me da, aprovecharse de un niño, es una pederasta. Ahora entiendo que Marco al principio se sintiera mal tocándome, se sentiría igual. Pero no fue igual, yo estaba en uso de razón, nadie me coaccionó, ni me amenazo. Estaba enamorada de él. Fue el sexo mas consentido disfrutado de mi vida.

No voy a clase, voy a casa de mi tía. No hay nadie en la casa sólo los de seguridad fuera. La ira me invade y no soy capaz de pensar nada más que en vengarme.

- ¿Qué haces aquí? – me dice mirándome con su cara altiva

- Eres el peor ser humano que he conocido nunca. Me das asco

- ¿Y eso a q viene, querida? – sonríe con esa mirada estúpida.

- Sé lo que le hiciste a Marco, eres una enferma.

- Y ¿a qué vienes? ¿A defender a tu hombre? – mi cara se descompone – ¿Qué crees que no lo sospeche cuando te vi parada en su casa? Vi tu mirada , y luego destrozaste tu habitación. No soy tan tonta cariño.

- No sabes nada de nosotros

- Sí que lo sé cariño – se acerca a mí con odio – tu no le vas a dar ningún placer más. Te alejarás de él para siempre. Vuelve con Andrea o se lo contaré a tu padre. Le diré que le mate y lo hará. Sabes que tu padre no me niega nada cariño. Marco es mío, es mi puto juguete que uso cuando se me antoja y desde que entraste a esta casa no quiere verme. Así que vuelve por donde has venido y no vuelvas más. – tengo ganas de vomitar del asco que me da que hable así de él. Su juguete.... Quiero matarla.

- Sabes que voy a hundirte Fiorella, pagarás por lo que le has hecho. – contengo las lágrimas, no quiero darle el gusto de que me vea llorar. Aprieto lo puños y voy hacia su puerta.

- No sabes lo que le disfruto en la cama. Como le obligo a tocarme y lamerme entera. Lo goza cariño, siempre lo goza.

No sé que brota por mi cuerpo, una ira enciende todo mi cuerpo. Pienso en un Marco de niño y se me revuelven las tripas al sentir su miedo, le siento temblar, le veo llorar. No, ese niño merecía ser protegido. Me giro hacia ella, mis ojos arden de rabia. Me abalanzo sobre ella y empiezo a soltarle puñetazos, bofetadas, patadas... por todo su cuerpo. Ella intenta devolvérmelas pero el odio que siento hacia ella hace que no sienta nada. Del forcejeo caemos las dos al suelo. Me pongo encima bloqueándola y cojo su cabeza y sigo pegándole puñetazos en la cara.

- ¿Qué esta pasando aquí?. Marco, sepáralas.

Noto que me agarran por detrás y tratan de sepárame de esa hija de puta. Pero no veo nada, estoy ciega de ira. Me zafo y la sigo golpeando. Quiero matarla.

- Suéltame, suéltame – grito cuando me consiguen separar. De pronto el que me sujeta me gira y puedo ver que es Marco. No dice nada. Sólo me sujeta la cabeza con las manos y me mira fijamente.

- Chiara – me estremezco al oír a mi padre – ¿qué ha pasado aquí?

Miro a Marco y después a mi tía que está en el suelo. Simone trata de levantarla. No contesto, no puedo traicionar a Marco.

- Filippo, lo lamento. Vine a veros y discutí con Fiorella. Sé me fue de las manos, lo siento – me asqueo por hablar también a mi padre después de todo lo que le han hecho a Marco, pero no puedo decir nada hasta que él no lo haga. Se lo ha quitado todo. Siento el dolor que está pasando Marco por tener que seguir fingiendo que no ha pasado nada.

POR TODAS ESAS RAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora