Era un día gris y brumoso en Rocadragón, el viento ululaba y las olas se estrellaban furiosamente contra las rocas, como si el mar compartiera la tristeza y la incertidumbre de la despedida. Luciarys se encontraba en el muelle, con su capa negra y roja envolviendo su figura, los colores de la casa Targaryen ondeando con el viento. A su alrededor, los siete caballeros reales que la acompañarían permanecían en silencio, respetando el solemne momento de la partida. El barco Velaryon, majestuoso y de velas plateadas, esperaba pacientemente en el agua para llevarla al norte.
Jacaerys llegó, apresurado, con su madre Rhaenyra a su lado. Sus rostros reflejaban la preocupación que trataban de ocultar, y al verlos, Luciarys sintió un nudo formarse en su garganta. Este era el momento que había estado esperando, pero ahora que se encontraba frente a ellos, la realidad del viaje y el peligro que enfrentaría pesaban más que nunca.
-Mi princesa,- Jacaerys comenzó, su voz temblando ligeramente. -No hay nada que pueda decir para evitar que te vayas, pero necesito que sepas... que cada día que estés lejos, rezaré por tu regreso.-
Luciarys le ofreció una sonrisa suave, pero sus ojos brillaban con lágrimas contenidas. -Volveré, Jace,- prometió. -Con la dragona blanca o sin ella, regresaré a ti. No hay nada en este mundo que me mantendría lejos de nuestro hogar.-
Él la miró intensamente, como si quisiera memorizar cada rasgo de su rostro. Luego, bajó la mirada y, con ternura, colocó su mano sobre el vientre de Luciarys, donde sabía que crecía el fruto de su amor. -Tienes que regresar, por nosotros... por él o ella.-
-Lo haré,- repitió Luciarys, aunque sus propias dudas la atormentaban en silencio. Sentía el peso de su misión, de la responsabilidad de encontrar al último huevo de Meraxes, aquel que había sobrevivido al invierno desde la época de Aegon I, pero también temía no volver a ver a Jacaerys o sostener a su hijo en sus brazos.
Rhaenyra se adelantó, su semblante de reina inquebrantable, aunque sus ojos reflejaban el temor de una madre que estaba despidiendo a su nuera, como si fuera su propia hija. -Luciarys,- comenzó, su tono severo, pero con un toque de suavidad. -Este viaje no será fácil. Los caminos al norte son traicioneros y el frío no perdona. Debes estar preparada para enfrentarte a los desafíos que encontrarás. Pero recuerda que llevas la sangre del dragón, y eso te hará más fuerte que cualquier adversidad.-
Luciarys asintió, inclinando la cabeza. -No fallaré, mi reina. La dragona blanca será nuestra, o no regresaré.-
-Regresarás,-insistió Rhaenyra, y por un momento, la fachada de la reina se desmoronó para revelar el miedo de una madre que ya había perdido demasiado. -Debes regresar. Te necesitamos aquí.-
Un silencio se apoderó del muelle, y Luciarys finalmente se permitió abrazar a Jacaerys. Fue un abrazo largo y silencioso, uno que contenía todas las palabras que no se dijeron, todos los miedos y promesas. -Nos volveremos a ver,- susurró él, con voz quebrada.
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༄𝐋𝐔𝐂𝐈𝐀𝐑𝐘𝐒 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍༄ 𝐻𝑂𝑇𝐷
Ciencia FicciónLuciarys Targaryen, hija de Daemon Targaryen y Lady Rhea Royce, quien regresa inesperadamente a Rocadragón tras 16 años de ausencia. Su llegada coincide con el funeral de Laena Velaryon, segunda esposa de su padre, lo que llena de sorpresa y tensión...