XXVII

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El secreto de Marinette

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗠𝗮𝗿𝗶𝗻𝗲𝘁𝘁𝗲

Adonis miró con frialdad a Alix, con el mentón en alto, es un engreído. Volvió a verme.

-No creo este sea un buen lugar -susurró a mi lado Alix, escuchándose temerosa

-Que sea detrás de esos árboles -dije a Adonis y le señalé detrás de unas plantas grandes. Él sonrió y fue el primero en caminar hacía adelante.

-¿No temes qué nos descubra tu marido? -preguntó con burla, le di una mirada molesta.

-Alix estará conmigo -le recordé-, no estaremos solos.

Detuvo sus pasos y se quedó observándome con diversión.

-Aconsejo sea mejor ella vigile a qué nadie nos vea.

-Estoy de acuerdo -dijo mi amiga-, eso o espera a que él diga lo que tiene que decir cuando Adrien esté presente.

-¡No! -respondí claro-; Adonis me lo dirá en este momento -dije mirándolo a los ojos con firmeza y él sonrió mostrando su perfecta sonrisa brillante.

-Así será -respondió yendo detrás de esos árboles.

Alix decidió quedarse a vigilar cerca de los árboles, me encontré detrás de los árboles a Adonis, se veía divertido, parecía que yo soy su chiste.

-¿Has escuchado qué la vida puede tener varias versiones, qué nosotros podemos tener varias versiones? -dijo y lo miré sin comprender mucho por qué me estaba diciendo eso.

-sí, he escuchado.

-En la anterior ocurrió una desgracia, el romance no era para ti y te conocí con el nombre de Grisha, en la anterior tenías menos oportunidad con Adrien , su romance parecía más forzado que nada.

-¿De qué estás hablando, a qué te refieres? ¿por qué dices que yo....

Interrumpió mis palabras.

-En la anterior, tu misma te postulaste para ser una de las mujeres que tuviera la fortuna de casarse con Adrien Agreste y él, sólo era el deshonor y vergüenza de Gabriel, no tenías una doble identidad, Adrien sólo aceptó ser caballero para sentir que hacía feliz y lo aceptará su padre, los dos parecieron enamorarse antes del matrimonio pero existía ahí un problema.

-Son calumnias, no creo nada de eso, no deseaba casarme y sólo estoy aquí para escucharte lo que tienes qué decirme, eres el único que parece tener las respuestas de mis rarezas, llegando aquí sentí cosas extrañas en mí, el antebrazo me daba comezón y no había explicación, eso es lo que quiero escuchar no cuentos de versiones de otras vidas. Habla ahora Adonis -ordené.

Sacó del interior de su saco un frasco pequeño que anteriormente me dio la impresión de ser un cuarzo, pero no, lo arrojó en el aire y este destelló en una mediana esférica bola de luz blanca.

No existía explicación para algo así. Con eso flotando en el aire, miré su cara, quería preguntarle lo más obvio que no hice; ¿cómo sabe él de mi otra identidad?

-¿A qué te referías con segunda identidad? -pregunté.

-¿Hasta este momento te atreves a preguntarlo? -dijo algo molesto, dejó de mirarme y habló-; sé tu verdadero nombre es Marinette, irónicamente, estoy decepcionado y no debería, tu otra yo, sentía más empatía por las sirenas y tú no, es detestable .... Por eso en esta vida no somos amigos como en la otra , pitufo.

Mi corazón latió acelerado, sabe no soy Bridgette, sabe ....

-¡¿Cómo lo sabes, quién te lo ha dicho?! -alcé la voz.

EL MANANTIAL DEL OCASO (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora