XXXIX

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Narra Marinette

—¿Abuelo? —pregunta Adrien con tristeza agarrándole de una mano, el abuelo está acostado en su cama y no se ve muy bien, tiene el semblante cansado y se ve un poco más pálido.

Toda la familia está reunida en la habitación del abuelo, el médico le hace señal a Gabriel para hablar fuera de la habitación, Gabriel asiente y sale junto al médico.

El abuelo trata de sonreírle a Adrien.

—Descuida, soy tan fuerte como un roble.

Adrien trata de no mostrarse triste pero se nota en sus ojos, aún así, veo que reúne fuerzas y sonríe.

—Vas a recuperarte —le dice Adrien.

Emily también refleja tristeza, decide mirar a otro lado y me pasa a un lado de cerca para hablarme bajo.

—Iré al jardín, ¿estás bien aquí? —asiento y ella hace lo mismo antes de salir.

Amelie también está aquí pero no se ve tan triste como Emily.
Me mira y también mira hacia la puerta. Decide salir, vuelvo la mirada a dónde está Adrien, cuando dije toda la familia, me refería a sólo mis suegros y la tía de Adrien.

Veo que el abuelo y Adrien hablan en voz baja, entonces decido retirarme para darles mejor privacidad.

Al salir puedo escuchar un poco de la conversación entre Emily y Amelie.

—Toda la familia tiene que estar reunida y sabes a lo que me refiero —dice Amelie.

—¿Qué quieres? —responde Emily—, ¿qué al abuelo le dé algo? ¡no puede estar toda la familia reunida! —exclama molesta.

—¡También es tu hijo! ... ¡¿es qué ni siquiera lo quieres?!... —responde Amelie—, Félix también es tu hijo y es un Agreste más.

—Está mal, no es igual a Adrien.

—No está mal, está bien, igual que Adrien. Los dos son hombres sanos, ¡por Dios Emily!... no puedo creer lo que estoy escuchando decir.... ¿qué prejuicio tienes a tu propio hijo? ... ¿qué no te hace amarlo?

—¿Qué clase de hijo sigue con las mismas tonterías de hacerse pasar por su hermano gemelo? Félix sigue haciendo eso, está mal de la cabeza, está loco... además era el más travieso e inquieto, no es igual a Adrien.

—y debes amarlo por igual, ambos, te recuerdo lo más obvio, son tus hijos.

Dejan de hablar, decido moverme lento y retirarme sin hacer ruido pero Amelie se asoma y me mira, enseguida Emilie también aparece a lado de su hermana.

—¿Qué escuchaste? —pregunta Emilie.

—No tienes por qué enojarte con ella —dice Amelie—, supongo Adrien ya debió hablarte de esto, ¿verdad?

—Sí... Adrien me ha dicho tiene un hermano gemelo —respondo, Emilie se sorprende un poco, por un momento deja de reflejar enojo pero después vuelve a mirarme de ese modo.

—Es bueno que lo sepas, así no podrás confundir a tu esposo. Cómo escuchaste, Félix tiene esa horrible manía, de hacerse pasar por Adrien, por eso no quiero él esté aquí.

—Pero tiene que hacerlo —habla Amelie—, el abuelo está enfermo, todos tenemos que estar reunidos.

Emilie niega con la cabeza y me mira.

—Félix está mal, no es normal.

—Él es normal —dice Amelie.

—No está bien, sería bueno hagas una señal secreta entre tú y Adrien, de ese modo será difícil Félix juegue contigo y te haga creer es Adrien, cuando el llegue, por ninguna manera decidas estar a solas con él, no me gustaría ocurra algo obseno.

EL MANANTIAL DEL OCASO (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora