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Marinette

En el camino me encuentro con Aized, la bruja tiniebla. Se asusta al verme el vestido salpicado de rojo.

—¿Pero qué ocurrió? —pregunta.

—Una larga historia.

—¿En dónde estabas? —dice mi hermano a Aized—; mi hermana no debió quedarse sola en esa habitación.

—Tu mamá comenzó a sentirse mal y tuve que buscar algo para ella en la cocina —responde Aized, luego me mira, se acerca a mí y susurra muy bajito para no ser escuchada—; es necesario que vayas hoy al bosque, cerca del pozo en el Manantial.

—¿Por qué? —pregunto extrañada.

—Tu ceremonia —es todo lo que dice y se va.

No siento mucho la energía de ella, tiene más la pinta a ser una curandera. Mi hermano dice que tampoco siente algo extraño en mí.

Debió darme una poción o cosa así para no dejar sentir mi vibra.

No sé cómo será esa ceremonia, me quedo un poquito pensativa sin moverme, de no ser por mi hermano que me saca del trance y me hace caminar tomándome de los hombros.

—No hay mucho tiempo —dice.

Mi hermano me suelta y dice que esperará detrás de esa pared que da inicio a otro pasillo.

Frente a mí Adrien va caminando por el pasillo, asiento a la decisión de mi hermano, me apresuro a alcanzarlo.

—¡Adrien! —menciono su nombre en voz alta, él se detiene al escuchar mi voz, camino más rápido, me detengo dejando una corta distancia entre los dos.

Él se da la vuelta para verme.

—¿Qué quieres? —pregunta en un tono indiferente—; ¿burlarte de mí?

—No —tengo ganas de preguntarle sí está bien pero podría sonar a ironía—; tus padres...  ¿tu familia...

—Sí eso te preocupa, estate tranquila, no lo saben, no pienso decirles.

—De cualquier forma van a enterarse , es evidente que no estamos en un buen momento, ¿cómo vas a explicarles mi ausencia en la mansión? van a preguntar qué ha pasado.

Él suspira y me mira con atención.

—Diré que ya no siento lo mismo por ti, que he dejado de amarte, que quiero el divorcio y que tú vas a regresar a vivir con tus padres.

—Van a preguntar el motivo de nuestra separación Adrien.

—Les bastará con saber, tú y yo, tenemos diferencias , grandes diferencias y eso me abrió los ojos para darme cuenta que no quiero estar toda mi vida contigo.

Dijo las palabras cómo sí realmente pudiera dejar de quererme de una noche a la mañana.

Por un momento pienso lo que dijo mi hermano era cierto, sólo quería estar conmigo de esa forma tan íntima.

Las palabras me lastiman un poco, porque mi mente está en mi relación con Adrien y en qué... ya no sé qué pasará conmigo, tengo la marca y probablemente eso me haga irme de aquí, tampoco sé qué significa la ceremonia.

¿¡Qué?!... es como una entrada a decirme que soy oficialmente una mujer tiniebla.

Y no sé qué significa, me da miedo...

Hay muchas cosas en mi cabeza; desde saber que habiendo dicho a Adrien que lo quería, sentí esa conexión con él que fué mi alma gemela anteriormente pero también sé, al tener aquí cerca a Adrien, que sí lo quiero, sólo que su actitud sí me dejó pensando y yo igual cometí errores.

EL MANANTIAL DEL OCASO (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora