3

9 1 0
                                    

-El primer mensaje fue enviado a las 7:17 de la mañana-dijo César-. En él explica que se siente mal, que detuvo su vehículo y que tuvo una discusión. Pero el segundo mensaje, enviado a las 7:23 me llama más la atención. Allí dice que abandonó abruptamente el museo porque había visto allí al abogado de la familia del niño que mataron en la refinería. ¿Te das cuenta? Está confesando que él sabía que el niño no había desaparecido, que lo habían matado. Y se lo está diciendo a la mujer que, precisamente, puso en duda esa desaparición frente a las cámaras de todos los canales de televisión de este país.

-Qué raro-dijo Sean.

-Y después de eso vino el accidente-continuó César-, a las 7:30. También hemos descubierto que mantuvo por un tiempo una cierta comunicación con Garram. ¿Qué te parece? Mel Harris acababa de distanciarse de quien seguramente ha sido el autor del crimen de la refinería, y había comenzado a frecuentar la residencia de Garram. De ese momento de la vida del profesor datan esas conversaciones con Pekerman. Tal vez el detective quería acercarse a él temiendo que Mel cometa una imprudencia. Todos conocemos la inestabilidad mental de esa mujer, y probablemente Pekerman estaba preocupado por lo que pudiera hablar con el profesor. Pero, he aquí que envía este mensaje, el último mensaje de su vida, revelando ese secreto con toda naturalidad.

Las flores del silencioWhere stories live. Discover now