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ʟᴏ ʀᴇᴄᴏɴᴏᴢᴄᴏ, ꜱɪ ᴍᴇ ꜱᴏʀᴘʀᴇɴᴅɪÓ ᴍᴜᴄʜᴏ.
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Ese día me había encontrado con Guy. Se veía impactado, o sorprendido, no lo sé. Nunca logré descifrar del todo su expresión en ese momento. Solo sabía que algo estaba mal.
—Kakashi, ¡me alegra verte! —dijo con ese tono enérgico que siempre lo caracterizaba, pero había una tensión en su voz que no pude ignorar.
Levanté una ceja, esperando a que continuara. No era normal ver a Guy tan... confundido.
—¿Qué sucede, Guy? —pregunté, cruzando los brazos. Sabía que no era algo trivial.
Se quedó en silencio por un segundo, rascándose la nuca, como si estuviera debatiendo consigo mismo si debía decirme algo o no.
—Escuché algo... por accidente. ¡No es que estuviera espiando ni nada por el estilo! —añadió rápidamente, como siempre haciendo un esfuerzo por aclarar su intención—. Pero... el Hokage estaba hablando con Jin.
Mi corazón dio un vuelco en ese instante. No podía evitar que tu nombre me afectara cada vez que lo escuchaba. Hice una señal para que continuara, mi pulso acelerado, aunque mantuve mi compostura.
—Parece que... que el Hokage le pidió a Jin que investigue algo relacionado con el hombre que invocó al Nueve Colas. —Los ojos de Guy mostraban la preocupación que sentía—. Hay sospechas de que está vivo, y... bueno, también hay rumores de que alguien está intentando reunir a todas las bestias con colas.
Sentí que el aire a mi alrededor se volvía más denso. ¿Tu? ¿Una misión tan peligrosa? Mis pensamientos giraban en torno a lo que Guy acababa de decir, tratando de procesarlo.
—¿Y aceptó? —pregunté en voz baja, casi temiendo la respuesta.
Guy asintió lentamente.
—Sí... el Hokage le dijo que era una misión de largo plazo, meses... tal vez años. Y que debía tomarse el tiempo necesario para regresar. —Su voz se apagó un poco, como si ni siquiera él pudiera creer lo que estaba diciendo—. Ella parte en tres días.
No respondí de inmediato. Todo se sintió más lejano, como si la realidad estuviera deslizándose fuera de mi control.
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