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Los detectives casi llegaban tarde al trabajo. 

Debido a la intensa noche, debido al cansancio extremo, los chicos no podían obligarse a levantarse de la cama. 

Jimin, citando una herida reciente, gimió y le rogó a su compañero que se olvidara del trabajo y se quedara en casa para sanar no solo su alma, sino también su cuerpo. El intento no tuvo éxito: Jungkook fue el primero en salir de debajo de la cálida manta, abandonando la acogedora cama con una ira sin precedentes, y advirtió a su amigo que en veinte minutos el baño estaría libre. 

La puerta se cerró de golpe y unos segundos después se escuchó el relajante sonido del agua. Imaginando que se trataba de una cascada y que estaba en algún lugar de una isla paradisíaca rodeado de dulces frutas y dulces mujeres, Jimin se escondió debajo de la manta, se enterró en la almohada e instantáneamente cayó en un profundo sueño. Ni siquiera la herida dolorida molestó al cansado y somnoliento detective. Le gustaría tomarse unas vacaciones y escapar de los eternos asesinatos, cadáveres, investigaciones, pero el deber lo llama: el trabajo no quiere esperar. 

Su única seguridad fue que el caso de las dos chicas estaba cerrado y ya no necesitaba volver a él. Eso es lo que pensó Jimin antes de recibir una llamada de un número desconocido. Dejando todo en el mundo, el chico sacó la mano de debajo de la manta, buscó el teléfono y lo arrastró hasta su "oreja". 

- Estoy escuchando, gruñó. 

- ¿Jimin? — una voz femenina familiar hizo que el detective abriera los ojos. ¿Te desperté? 

- Me gustaría saber quién me despertó. 

- Soy Yoko. 

Jimin inmediatamente se animó. Se quitó la manta, se giró sobre su espalda y se sentó con cuidado, sin querer tocar la herida en su muslo. La llamada de la aprendiz, que se convirtió en su nueva compañera, sorprendió al detective. Ella no es de las que llamarán porque no tiene nada que hacer. A estas chicas no les gusta rascarse la lengua mientras conversan sobre asuntos cotidianos. Desde que Yoko llamó, significa que algo pasó, y esto fue muy alarmante. 

- ¿Por qué no me llamas oppa? Soy mayor que tú, Jimin hizo un puchero con una expresión fingida. 

- Antes que nada, me gustaría disculparme por la mala educación de ayer, la chica pareció ignorar lo que se dijo y dirigió la conversación a su propio tema, no debería haberte hablado así. En segundo lugar, tendré que molestarte. 

Yoko se quedó en silencio. 

Jimin tampoco habló, escuchó atentamente, esperando las tristes noticias que le daría la chica. Era como si no se atreviera a hablar o simplemente tuviera miedo. Entonces no pudo soportarlo primero. 

- ¿Bien? ¿Qué pasó? 

- Será mejor que vengas, te enviaré mi dirección por SMS. 

- Bueno... está bien, esperaré, rascándose la nuca, Jimin instintivamente asintió y apagó su teléfono móvil. 

Mirando la pantalla en blanco de su teléfono, el detective empezó a pensar. ¿Qué pudo haber pasado para que Yoko no sólo le llamara, sino que también pidiera a los detectives que acudieran a ella? 

Jimin esperaba que esto no fuera una broma, de lo contrario no solo él estaría furioso, sino también Jungkook, quien a priori no soportaba a la chica nueva. Para él, ella era como un hueso en la garganta que no podía escupir pronto; tendría que soportarla y tragarla con fuerza. Se sorprenderá cuando salga del baño... 

- ¡¿Qué?! ¿Ir con esta idiota? - se resistió el detective Jeon, caminando por la habitación solo con una toalla. ¿No está asumiendo demasiado? 

Oxímoron Negro (Jikookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora