Oxímoron Negro (Jikookmin)

26

Al llegar a la oficina, una secretaria emocionada literalmente voló hacia los detectives y la pasante. Parecía asustada y claramente quería transmitir información muy importante. Jungkook y Jimin la vieron en este estado por primera vez en muchos años de trabajo. Esto sólo podía significar una cosa: algo volvió a suceder. 

- Noona, ¿Qué pasó? No tienes cara, dijo el detective Park, colocando su mano sobre el hombro de la mujer. 

- ¡El señor Min se ha vuelto loco! Nunca lo había visto tan enojado, susurró la chica. Él exige urgentemente que ustedes tres entren a su oficina. Quería especialmente ver a Yoko... 

- ¿Qué? ¿A mí? — se sorprendió la interna. No entiendo... 

- Nadie entiende nada. Vayan con él rápidamente, de lo contrario sucederá algo terrible, la secretaria apresuró a los chicos, empujándolos hacia el ascensor, y luego se retiró a su oficina e inmediatamente se sentó cerca del teléfono (aparentemente para discutir las últimas noticias con sus amigos). 

Kroki realmente rompió y lanzó cosas. Él, como un animal enloquecido, corría por la oficina de un lado a otro, su rostro rojo se destacaba más sobre el fondo de una camisa blanca como la nieve, gotas de sudor rodaban periódicamente por sus sienes ya mojadas; las sacudía nerviosamente y miraba enojado hacia la puerta, que se abrió lentamente. 

Jimin, Jungkook y Yoko aparecieron en la puerta. 

Intentaron mantener la confianza, pero cuando vieron a su jefe, perdieron todo el control de sí mismos. La chica estaba muy asustada porque la secretaria dijo que el Sr. Min tenía muchas ganas de verla. Nadie podía predecir cómo se desarrollarían los acontecimientos, pero nadie esperaba tal histeria. 

- ¿Dónde está tu teléfono? Kroki rápidamente cerró la distancia entre él y Yoko y extendió su mano hacia adelante. Consíguelo rápido. 

Bajo la presión de los ojos malvados del jefe, bajo la mirada sorprendida de los detectives, la becaria metió la mano en su bolso y con manos casi temblorosas sacó un teléfono inteligente, que resultó estar apagado. ¿Parecería que lo fatal es que se agote la batería? Cualquiera puede olvidarse de cargar su dispositivo de comunicaciones, pero si eres detective, si tu trabajo te mantiene alerta, siempre tienes que estar disponible. 

Yoko se perdió este momento, pero todavía no entendía por qué el señor Min necesitaba su teléfono. En cuanto el teléfono estuvo en manos de Kroki, lo tiró al suelo sin más y, además, empezó a patear furiosamente. La pobre chica se lanzó hacia adelante, pero los detectives la agarraron por los codos. Parece que alguna vez tuvieron la "alegría" de encontrarse con algo así y supieron que ahora era mejor no interferir y dejar que el jefe se desahogara.  

- ¡¿Por qué diablos necesitas un teléfono si es imposible localizarte?! - Kroki se mordió la garganta, pisoteando los restos de su smartphone en el suelo.  ¡Te llamé toda la noche, pero tu teléfono móvil estaba apagado! ¿No tienes cargador? Así que déjame comprarlo para ti. 

- Señor Min, podría habernos llamado, respondió Jimin con la mayor calma posible, de lo que se arrepintió al segundo siguiente. 

- ¿Crees que soy tan idiota como tú? - El fiscal jefe corrió hacia el detective Park, casi derribándolo. ¡Sus teléfonos también resultaron mágicamente inaccesibles! ¿Qué es esto, un boicot? ¿Dónde han estado toda la noche? ¡Ustedes tres, respondan! ¿Dónde diablos han estado? 

- Nos pareció que Yoko podría ser la próxima víctima y decidimos pasar la noche con ella. Nos olvidamos por completo de los teléfonos, Sr. Min, Jimin bajó los ojos con culpabilidad, sintiendo que no solo él, sino también Yoko y Jungkook estaban hirviendo por un cóctel de ira y resentimiento.