Capítulo 46: Desesperación absoluta

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Epílogo...

"A veces lo que es correcto para unos, es lo incorrecto para otros. Así como el día y la noche, la luz y la oscuridad han perdurado por el paso de los tiempos, nuestro amor y odio también lo hará. Estamos destinados a caer y a levantarnos, a sonreír como a sufrir, pero mientras esté a tu lado, ni el mismísimo infierno nos podrá detener"



Capítulo 46: Desesperación absoluta


Belleza absoluta, el infierno era hermoso de cierta manera. Cuando el arcángel Miguel cerró el portal, hubo una explosion y varios factores que solo el cielo poseía cayeron en el infierno; árboles frutales, flores de otras formas y colores, nubes de colores pastel, como si se tratase de algodón de azúcar, una luna tornasol.

Tanto Charlie, como sus amigos y los amigos de su padre cayeron rotundamente y pesadamente al suelo del infierno, finalmente habían llegado a su origen. Algunos se levantaron, otros estaban muy adoloridos para hacerlo, Charlie tenía tanto lágrimas saliendo de sus ojos como sangre de algunos rasguños.

¡No! ¡Papá! -gritó Charlie, sacó sus dos alas y voló a lo más alto que pudo del infierno, pero mientras más volaba hacia el mundo celestial, este se alejaba, dejando entender que no era la forma de llegar.

Charlie -mencionó Vaggie estando a su lado.

No -Charlie volteo a ver a su novia con lágrimas y sangre en su rostro- Esto no, no papá, él... él...

Vaggie se acerca y abraza a su pareja.

Husk tenía abrazado a Angel, Adam tenía los puños como los dientes crujiendo, Lute posó una de sus manos en su hombro, Asmodeo abraza a Fizzarolli, Blitz y Stolas estaban abrazados, Octavia y Loona estaban tomadas de la mano, Millie y Moxxi estaban abrazados, Beelzebub y Vortex estaban abrazados, Satanás, Leviatán, Belfegur y Mammon no dejaban de mirar el cielo. Todos los presentes, aquellos que lucharon en el cielo para recuperar no solo a su rey, sino a su amigo estaban ahora en el infierno, donde todo había comenzado, sin embargo, este reino, ahora ya no tenía un rey.

Esto no... no puede estar pasando -dijo Asmodeo.

Lucifer, ¿realmente está? -preguntó Beelzebub.

Tiene que haber algo -dijo Mammon

No, no puede ser el fin -dijo Belfegur.

Ese maldito -mencionó Satanás.

¿Por qué él... ? -preguntaba Fizzarolli.

Pensábamos que está de nuestro lado -dijo Leviatan.

No tendríamos que haber confiado en ese ángel -dijo molesto Blitz.

¿Confiar? -susurro Stolas- Oigan, ¿dónde está Alas...?


En el momento de la pregunta, todos voltearon a ver a un individuo que no dejaba de hacer ruidos extraños, llanto, risa, agonía, locura, había demasiada energía a su alrededor. Alastor se encontraba arrastrándose en la mugre donde había caído, trataba de levantarse, pero sus rodillas le fallaban y volvía a caer por cada intento, tenía llanto y moco y saliva y sangre en sus labios, no respiraba adecuadamente, soltaba un agudo y doloroso aullido. El demonio de la radio estaba sonriendo, sangre roja chorreaba de sus heridas y sangre dorada en sus manos como ropaje de...

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no.... -La voz de Alastor estaba quebrada, dolida, agonizante, llena de dolor y locura a la vez- fue mi culpa, lo lastimé, yo lo...- tragó saliva- por favor... haré lo que quieras, lo que quieras, lo que quieras, por favor, lo que quieras, te doy todo, mi sangre, o, o ¿quieres mi cuerpo, alma? lo que sea, por favooor, solo no... solo no te lo... por favor, Lucifer...

Destinados al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora