Capítulo 47: La despedida
Y todo cambió, para mejor o para peor, la verdad no importaba, solo cambio, las cosas cambiaron.Cuarta semana, no había señales en que Alastor despertara o que el cielo iba a contestar, así que decidieron que la mejor opción era dejar las cosas como estaban y seguir adelante.
Alastor se encontraba recostado en la cama de su habitación dentro del palacio. Levantaba y bajaba el pecho, indicando que efectivamente estaba vivo, sin embargo le costaba despertar.
Ghhh -comenzó a quejarse, sentía dolor y tristeza, pero sus heridas estaban curadas y ahora podía respirar adecuadamente.
Al abrir los ojos se encontraba en la habitación en donde compartió los mejores momentos con su rey. Se recarga pero siente un dolor en su pecho y vuelve a recostarse.
¡Alastor! -gritó, no tan fuerte Charlie al entrar a la habitación, junto a ella se encontraba Vaggie con una cubeta de agua y Niffty cargando toallas.
¡Rey cucaracha! -grito Niffty corriendo hacia él, sin embargo fue detenido por los tentáculos de Alastor.
Niffty, vamos -dijo Vaggie dejando las cosas en un mueble y dejandoles un poco de privacidad a Charlie y a Alastor.
Alastor -mencionó Charlie acercándose al demonio.
¿Dónde... dónde está? -preguntó triste Alastor. Ya sabia cual era la respuesta, sin embargo, tenía la mínima esperanza de recibir otra respuesta, la mínima esperanza de encontrarse en otro universo, uno en donde él y Lucifer podrían estar juntos y felices.
Él ya no está con nosotros -afirmó Charlie.
Alastor se quejo, le comenzaba a doler la cabeza.
Charlie usó un poco de su magia y el gorro de su padre que estaba sobre un mueble aun lado de su bastón, vuela hacia ella. Ella lo toma con cariño y le sacude un poco el polvo que había acumulado- Al menos físicamente.
Princesa, por favor -pidió Alastor.
Charlie pone el sombrero aun lado de Alastor y comienza a buscar algo en sus bolsillos, saca un casete de música.
Sabes que a papá le gusta mucho cantar, él...- Charlie trago un poco de saliva-, él hizo una canción, no se si fue para mi o para ti, creo que para ambos, la escuche y... no sé, creo que... se sintió como si aún él estuviera aquí, apoyándonos.
Alastor la ignora.
Te lo dejo aquí, visita el hotel cuando puedas- Charlie se levanta y se dirige a la salida, antes de cerrar la puerta, vuelve a voltear hacia Alastor- Te amo Alastor- dijo con cariño.
En el momento en que Alastor escucho esa frase, toma el gorro en sus manos y lo aplasta en su pecho, llora en silencio.
...
Todo el día estuvo ahí, completamente solo en la oscuridad, dejando sus lágrimas en su rostro, como en el sombrero y la cama que antes compartía con Lucifer. Mira hacia la ventana, ya era de noche y había estrellas y una luna llena...
¿Tornasol? -preguntó Alastor.
Alastor se levanta, no tenía fuerzas, pero quería ver más de cerca esas estrellas, al acercarse a la ventana observó que el infierno había cambiado mucho, había más pasto, árboles, flores, estaba limpio... Voltea hacia un mueble y se encuentra con el casete de música, lentamente se dirige hacia el objeto, lo toma en sus manos y lo pone en uno de sus radios. Se sienta en el borde de la cama, no deja de abrazar el sombrero, comienza a sonar la música y por supuesto, la voz de su amado...
Canción: Welly Boots (Amazing Devil, 2020)
Lucifer: Despierten, despierten valientes niños. Tomen todos sus libros y doblen sus esquinas. Ellos nos advirtieron: Una tormenta se acerca.
Alastor sonríe, le gustaba oír a su Lucifer.
Lucifer: ¿A qué te refieres con que has perdido tus botas escarlata? ¿sabes cuánto cuestan? Usa tu impermeable o te empaparás hasta los huesos. ¿Cómo es? Preguntan los niños. Es como la nieve cayendo, estoy encima de ti. Y te amo.
Y te amo -dijo también Alastor.
Lucifer: Acaso no sabes que estaré contigo todo el tiempo. Mientras seas bondadoso con aquellos que no son fuertes y han perdido sus botas escarlata. Porque cuando hace frío te abrigaré con mi bufanda. Y cuando sea difícil colocaré tu cabeza entre mis manos.
Alastor mira sus manos, ya no había sangre en ellas.
Lucifer: Y cuando grites que no es justo, es como si me hubiese ido lejos hacia la costa. Dejándote atrás, solo de pie allí. Pretendiendo no ver tu fantasma. Si tan solo pudieses escuchar mi voz. Pero gritas demasiado fuerte como para escucharme jurar. Solo porque me haya ido no quiere decir que no sigo junto a tí.
Alastor comienza a soltar sus lágrimas, tenía una sonrisa en su rostro, pero no era locura, estaba feliz de escuchar la voz de Lucifer, era como si aún estuviera ahí, besándolo con sus letras.
Lucifer: Ahora puedo verte crecer y sentirme orgulloso. Haz todos los errores que me hagan reír, oh señor mío, cómo me hiciste reir. Emborrachate por mí, canta más fuerte de lo que has cantado para mí. Crece joven cada vez que ese trueno en tus pulmones comience a retumbar hacía el mundo.
Alastor suelta una risa.
Lucifer: Porque siempre fuiste fuerte. Cuando eras joven, golpeabas cosas sólo para verlas quebrarse. Ellos dijeron: Esa chica, está equivocada. Pero las pagaré para ti, aunque tú no tengas idea de ello, aunque no tengas una maldita idea.
Siempre protegiéndonos -Alastor seca sus lagrimas- Gracias...
Lucifer: Y estoy tan orgulloso de tí. Y cuando ellos se rían de nosotros sentirás mis dedos recorrer tu espalda. Y cuando grites que estoy equivocado y tires mi imagen contra la pared. "Se suponía que serías mi luz y me mantendrías a salvo de todos ellos" ¿Cómo pudiste dejarme aquí? gritarás. Y con más fuerza, gritaré de vuelta desde lo desconocido..Y diré... Sé que eres lo suficientemente fuerte, sé que eres lo suficientemente fuerte para hacerlo...
Alastor se levanta y se dirige al jardín del palacio, aun con el sombrero en mano. Al llegar, las flores siguen igual, tienen regaderas automáticas, y todos los días cuidaban de ellas. Alastor se posiciona en el centro del jardín, cierra sus ojos y con sus tentáculos que comienzan a expandirse por todo el infierno trata de adquirir algunas flores nuevas del exterior, para sembrarlas en el hermoso jardín de su amor.
El jardín se llenó de más flores, árboles, arbustos, enredaderas y de todos los colores posibles, había; rosas, lirios, violas, jacintos, crisantemos, tulipanes, cosmos, anémonas, lirio de los valles, dedaleras, hortensias, sakuras, lotos, laurel de montaña, glorias de la mañana, reinas de noche, delphinium, wisterias y claro, la favorita, tanto de Lucifer como de Alastor, la llamada, flor del infierno; higanbana.
Alastor toma un ramo de estas flores y nuevamente llega a la habitación, las pone en un lindo florero, abraza el sombrero de Lucifer, le da un beso y lo coloca nuevamente en el mueble. Un florero, un sombrero, el bastón a un lado y una foto en donde ambos se encontraban abrazados y felices más que nunca. Alastor besa una de sus manos y coloca sus dedos en el sombrero.
Te amo Lucifer -dijo Alastor para después salir de la habitación, antes de cerrar la puerta siente que alguien lo empuja, voltea a ver quién fue ese individuo, pero no encuentra a nadie, el demonio de la radio sonríe y decide no cerrar la habitación.
ESTÁS LEYENDO
Destinados al Infierno
FanfictionFanfiction - Lucifer y Alastor son pareja oficial en el infierno, los exorcismos acabaron, sin embargo, Sera quiere su venganza y ataca nuevamente el hotel. Alastor es llevado al mundo humano y no tiene sus recuerdos del infierno, Lucifer tendrá la...