Capítulo 10: Confesiones fuertes

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Capítulo 10: Confesiones fuertes


Alistandose estaba el rey del infierno, llevaba puesto unos pantalones negros, una camisa blanca con botones negros, una corbata roja, su cabello rubio estaba brillando y todo su cuerpo habia sido perfumado. Cuando se estaba mirando en el espejo para darse los últimos retoques sintió una presencia.

Es de mala educación espiar ¿lo sabes? -advirtió el rey.

La sombra comienza a darse forma.

Y también lo es, adentrarse a los hogares de otras personas -añadió Lucifer.

Como socio del proyecto de tu hija, es mi deber asegurarme que todos los participantes estén a su disposición, por lo que recuerdo, Charlie no le ha dado vacaciones a nadie ¿o me equivoco? -preguntó Alastor.

Mmm, ¿Seguro que solo por eso vienes? -preguntó Lucifer.

¿Por qué otra cosa vendría, su majestad? -Alastor cruzó brazos.

Lucifer suspira.

¿Acaso, su majestad, ya está demasiado viejo para cumplir con las demandas de su hija? -preguntó Alastor.

Uh,uhu, uhhh, ¿Cómo me has llamado? -preguntó Lucifer.

¿Acaso lo he insultado? Supuestamente usted existe desde el inicio de los tiempos -afirmó Alastor.

Así es -sonrió Lucifer acercándose al pecador- Tal vez podrías considerarme tu sugar daddy.

Alastor gruño de advertencia.

Por favor Bambi, dime, ¿A qué has venido realmente? Terminemos con esto -dijo Lucifer.

¿Terminar? No, su majestad, se equivoca -decía Alastor mientras se transformaba en su forma tétrica-. Nosotros apenas vamos empezando.

Lucifer sonríe y extiende sus alas- Comencemos.

Tanto Lucifer como Alastor estaban transformados en sus formas más demoníacas posibles, Alastor tenía una sonrisa macabra, presumía de su gran altura con sus astas de venado que se extendía más y más, mientras que Lucifer sonreía divertidamente y volaba esquivando todos los ataques que el demonio de la radio le lanzaba, cuando saco sus tentáculos sombra trató de acorralar al rey, pero el ángel se convertía en varios animales y los esquivaba.

¿Por qué no te quedas quieto? -preguntó enojado Alastor.

¿Y dónde está lo divertido? -preguntó Lucifer.

Alastor lo atrapa con un tentáculo sombra, pero Lucifer se transforma en una serpiente y comienza a deslizarse en él para llegar al rostro del pecador, al estar ya muy cerca, la serpiente sonríe, se convierte en pulpo y ataca a Alastor con su tinta.

Hijo de... aghh -se quejó Alastor tratando de quitarse la tinta.

¿Ya te cansaste de jugar conmigo? ¿Nos detenemos? -preguntó divertido Lucifer.

No soy un perdedor, yo nunca me rindo, a diferencia de otros -dijo Alastor.

¿A qué te refieres? -Lucifer cruzó los brazos molesto.

¿Tantos años y se te ha olvidado? ¿La paliza que te dieron en el cielo? Si hubiera sido yo, jamás hubiera caído -dijo Alastor.

No sabes lo que pasó, no tienes idea -advirtió Lucifer.

Tal vez no tenga los detalles, solo sé que eres de ¡Mayor rango que yo! -grito Alastor.

¿Qué es esto? ¿Celos por el poder? -preguntó confundido Lucifer esquivando nuevamente los ataques del demonio, aunque ahora parecían estar muy descontrolados.

¡Siempre se trata del poder, su majestad! ¡Siempre! ¡Estamos en puto infierno! -grito Alastor.

Cierto, el lugar donde los sueños mueren -susurro Lucifer.

Alastor atacó a Lucifer y él se dejó atrapar.

¿Te rindes? -preguntó Alastor.


Lucifer mira seriamente al demonio de la radio, comienza a hacer una transformación nueva, un brillo dorado se expande por todo el palacio, Alastor mira con miedo la nueva transformación del rey del infierno, era una combinación de luz y oscuridad, formándose a una quimera; el cuerpo tenía la forma de una serpiente enorme, su cola era de dragón, tenía cuernos de cabra, hocico y colmillos de lobo, alas de angel y demonio, realmente era una bestia.

Alastor volvía a su forma natural, a comparación de esa transformación, él era el pequeño, el demonio de la radio comenzó a temblar, tenía miedo. Lucifer con sus ojos afilados como aguja observa la actitud del pecador y vuelve a su transformación normal. Cuando comienza a acercarse al pecador este tenía los ojos cerrados y no dejaba de temblar. El rey se hinca y al tocarlo siente todo el miedo que emanaba el pecador.

¿De verdad crees que soy así? ¿Crees que voy a lastimarte? -preguntó Lucifer.

¿Por qué no lo harías? - preguntaba Alastor aun con los ojos cerrados y temblando- Al final de cuentas, tú... tú eres el mal encarnado, ¿No por eso estás aquí?

Lucifer suspira y se quita el nudo de su corbata, se muestra molesto.

Sabes que, olvidalo. Solo vete de aquí -ordenó Lucifer.

¿Ah? -Alastor soltó un suspiro y abrió sus ojos.

Creo que interpreté todo mal, pensé que tenías sentimientos, y empecé a enamorarme de ti, vaya error -confesó Lucifer con los brazos cruzados.

Tú... ¿Tú, enamorado de mi? -preguntó Alastor.

Solo vete -ordenó Lucifer.

Alastor estaba enojado y se levantó del suelo.

¿Crees que voy a caer por algo así? ¿Crees que te creería? ¿Tú, de todas las personas, estás enamorado de mí? -preguntó indignado Alastor.

Vete, no lo volveré a repetir -ordenó Lucifer.

¿Por qué un rey, se enamoraría de un pecador? ¡Qué mierda! ¿Crees que me dejaré manipular, aplastar? ¿Crees que me dejaré humillar? ¡Alguien como tú...! -gritaba Alastor.

¡BASTA! -gritó Lucifer con ojos rojos brillantes y cristalizados.

Alastor se sorprende al verlo de esa manera.

Solo vete -pidió Lucifer.

No -contestó Alastor- No hasta que me respondas mi pregunta, ¿Por qué yo?

Lucifer estira una de sus mangas y se frota sus ojos. Lucifer mira a Alastor con molestia, quería que se fuera de su palacio, que lo dejara solo y si entonces, solo lo conseguiría si le contestara esa pregunta, entonces no le quedó de otra que tragarse su orgullo.

Eras el único que no me tenías miedo -contestó Lucifer.

Destinados al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora