Capítulo 2: Un nuevo cambio

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Capítulo 2: Un nuevo cambio


El infierno no estaba tan mal. Era un lugar desolado, no había nada ni nadie, pero, eso era lo que era grandioso, podían comenzar desde cero. El cielo tenía muchas reglas, Samael solo era el hermano pequeño, sin ningún don que presumir, un adorno más de la colección de dios, y Lilith, ni siquiera un ser celestial era, sino más que una mera creación insignificante con el propósito de dar placer a un sujeto arrogante, atrapada para siempre en el paraíso, sin poder disfrutar o ser libre.

Lucifer había creado un palacio excepcionalmente grande y hermoso, lleno de habitaciones, pasillos, y lujos de todo tipo. Un hogar con todo beneficio real; un cuarto para ambos seres ocupado por una cama, unos sillones, alfombras, una repisa con libros y plantas, un baño y un armario, había pasillos y habitaciones que tenían todo tipo de ocupación, un gimnasio, baños termales, una biblioteca inmensa que parecía no tener fin en sus pasillos, una sala de cine, un cuarto de juegos, otro cuarto de juegos más adulto, un cuarto con un escritorio y el suelo estaba repleto de los inventos de Lucifer, un cuarto lleno de bolsas lujosas y productos de maquillaje, todos los pasillos eran adornados por pinturas y uno que otra estatua, y una alfombra rojiza que no tenía fin, una cocina espectacular, demasiada amplia y ocupada por utensilios e ingredientes y otras habitaciones que también estaban ocupadas por algún que otro capricho de los nuevos reyes, y no hay que olvidar, el lugar favorito del ángel caído, el jardín secreto, un jardín que tenía más protección que el mismísimo palacio, lleno de flores de todos tipos; reinas de noche, rosas de todos los colores, como los cosmos y tulipanes, los jacintos y lirios, violas, anémonas, cempasúchil y noches buenas y las favoritas de Lucifer, aquella que estaba sosteniendo con una de sus manos para tocarla cuidadosamente: las lycoris radiata, mejor dicha, lirios de araña.

Como te encanta esa flor, no ¿mi cielo? -Lilith se acercó a Lucifer.

Lucifer usa un poco de su poder angelical y hace un ramo precioso de esas flores con lirios blancos a su alrededor y se las entrega a su reina.

Hermoso, como siempre -Lilith aceptó el ramo y con un profundo olfateo pudo disfrutar de su dulce aroma.

Siento una pequeña energía en el infierno, necesito ir -comentó Lucifer.

Por supuesto -dijo Lilith besando la mejilla de su rey.


Lucifer extiende sus alas y alza el vuelo fuera del palacio, el primer edificio creado en un lugar desolado sin nada ni...

Hola pequeñito -dijo Lucifer al acercarse e hincarse a una pequeña flama azul con ojos. Extiende sus brazos y carga la pequeña flama, estaba temblando y en sus ojos mostraba miedo- Tranquilo, ya estoy aquí- La flama se sonroja- No estarás solo, muy pronto llegaran los demás.

El infierno se suponía que era un castigo para Samael y Lilith, aquellos que se atrevieron a desobedecer y a cuestionar el cielo. El infierno era un lugar para aquellas energías y almas humanas que no lograron el perdón, llegaban e inmediatamente se consumían en carne y hueso para ser absorbidos por el dolor y el sufrimiento eterno, sin embargo, Lucifer fue desterrado por su rebeldía, así que con todo su derecho iba a cambiar eso del infierno, al final de cuentas, era su nuevo hogar y él podía hacer todo lo que le daba la gana.

Lucifer se levanta, y en ese mismo lugar donde encontró la pequeña flama, alza su mano y con su poder angelical crea toda una sección para esa energia que tenia en sus manos, creando casas y edificios, calles y banquetas, locales y varios adornos como luces, flores, bancas, árboles, y más.

Bien, ¿Te gusta tu nuevo lugar, Asmodeo? -preguntó Lucifer.

La llama observa el lugar atentamente, sus ojos estaban maravillados, pero cuando mencionaron ese nombre voltea hacia el hombre rubio que lo estaba cargando.

¿Qué? ¿Ese es tu nombre, no es así? -Lucifer muestra una sonrisa cálida.

La flama parecía contenta, cierra sus ojos y felizmente acierta con su pequeña cabeza.

Los idiotas podrán llamarlo lujuria, pero recuerda, eres la personificación verdadera del amor y del deseo, no lo olvides -dijo Lucifer alzando su mano quien tenía carga la llama.

La llama empieza a dar mini brinquitos de emoción y sale como humo disparado de la mano del ángel, y con muchas piruetas empieza a moldear a su gusto toda la generosa ciudad que le ofreció su rey. Lucifer mira con alegría como la flamita rápidamente se pone a trabajar en su nuevo hogar.

Hay otro -dijo Lucifer, alzando nuevamente sus alas para volar hacia otra sección.


A lo lejos podía ver su palacio y la nueva ciudad de la pasión, ahora se encontraba nuevamente en un lugar vacío, lleno de tierra y polvo. Lucifer encuentra a la criaturita, estaba temblando.

Eres hermosa -dijo Lucifer hincándose a la pequeña cachorra.

Lucifer la toma en sus brazos, esta era una especie de cachorra entre perro y zorro, su pelaje era amarillo y tenia tonos azules y rosas.- Shh, tranquila, tranquila, estas a salvo, estoy aquí para protegerte- Lucifer la abraza con todo el cariño que le podía dar, era cálido y honesto, eso provocó una sonrisa en esta criatura y coleteo de su colita flameada- Asi, asi me gusta-. La cachorra se acerca a él y lo lame- Lucifer suelta una pequeña risa- ¿Tienes hambre? -preguntó el rey y con magia crea un pastel en forma de patito, los ojos de la cachorra se vuelven estrellas y rápidamente se alza hacia el bocadillo para devorarlo.

Lucifer se levanta, con una mano sosteniendo el bocadillo, con el mismo brazo sosteniendo a la cachorra y con otro extendido para expulsar su poder angelical. Como anteriormente lo hizo, creó una ciudad, un poco más colorida que la otra, con edificios, casas, locales y banquetas, flores y adornos extravagantes en forma de comida.

¿Te gusta tu nuevo hogar, Beelzebub? -preguntó Lucifer.

La cachorra aun relamiéndose observa el nuevo lugar que se había creado, un hogar, un hogar para ella y para sus futuros amigos. Se da una última relamida, observa a Lucifer, le sonríe y brinca hacia su rostro para lamerle su mejilla y rápidamente como un rayo flameante comienza a viajar sobre su nuevo hogar y moldearlo a su gusto.

Tu no eres insuficiente, eres más que suficiente, mucho más de lo que crees y otros crearán, eres el control y la aceptación. Suerte lindura- dijo Lucifer con una sonrisa mientras comenzaba a alejarse, pero se detiene -. Mmm, veo que hoy no pararemos, ¿verdad? -dijo Lucifer al sentir otra energía. 

Destinados al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora