Capítulo 20: ¿Donde y cuando?

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Segunda Parte.

"Este no es el fin, es el comienzo. Solo esperame. Aunque caiga una y otra vez, y las miles de lanzas atraviesan mi pecho, seguiré mi camino, pues nosotros dos estamos destinados a encontrarnos"



Capítulo 20: ¿Donde y cuando?


Exitosamente sucedió la magia del portal, tanto Lucifer como Adam salen del portal en un callejón, pues no querían llamar la atención, al menos no por parte de Lucifer. Ambos tenían aspecto humano y se les hacía extraño, pues incluso Adam, que aunque fuera el primer hombre, al convertirse en pecador, tenía cuernos y cola y ya se había acostumbrado a eso. Ambos salieron del callejón, a su alrededor había muchos locales pequeños y mucha gente transitando.

No te atrevas a llamar la atención -advirtió Lucifer.

En primera, ¿Sabes cómo rastrear el reloj de arena? y en segunda, ¿Me vas a contar ya, él cómo demonios Sera te capturo tan fácil? -preguntó Adam mientras jugaba con sus pulseras.

Es un objeto divino de arcángeles, lo puedo sentir, caminemos y mi instinto nos llevará a él -explicó Lucifer.

Muy bien, ¿Me responderás la segunda pregunta? -preguntó Adam siguiendo a Lucifer.

Lucifer guardó silencio y giró la cabeza en varias direcciones.

No te atrevas a ignorarme, fingiendo que estás buscando algo -mencionó Adam.

Estoy buscando el reloj, algo que tu tambien deberias de buscar, es un objeto divino, tambien deberias de sentirlo -expresó Lucifer.

Bien, adivinare entonces, detenme cuando le atine; fuiste idiota, debilucho, te distrajiste con una paloma, pensaste en cosas cochinas con el pecador de la radio durante la batalla, ¿Te dijo algo sobre Lilith?, ¿Has pensado en Lilith?, estabas muy confiado, tú... -decía Adam, muy molesto para Lucifer.

¡Ya basta! -gritó Lucifer volteando a ver a Adam, y claro, llamando la atención de todas las personas a su alrededor.

¿No qué no teníamos que llamar la atención? -susurro Adam divertido.

Lucifer le gruñe.

¿Por qué no entramos aquí? -decía Adam jalando del brazo de Lucifer a una cafetería- Tal vez aquí, tengas un poco más de decencia.


En menos de quince minutos ambos estaban sentados en una mesa con un café en un envase de cartón en sus manos.

¿Ah? ¿Te pusieron algo en el vaso? -preguntó Adam observando el café del rey.

Lucifer voltea a ver que le escribieron- Eres muy guapo, llamame y una serie de números -contesto Lucifer.

A ver... a mi, seguro será algo más grandioso que el... que tengas un buen dia -Adam aplasta su café- Maldita cafetería.

¿Ya estás listo para irnos? -preguntó Lucifer serio.

Guau, de verdad te afectó lo del pecador -dijo Adam.

Vámonos ya -decía Lucifer mientras se levantaba, pero Adam lo detuvo, haciéndolo sentarse de nuevo- Tch, ¿Qué quieres?

Que me digas como fuiste derrotado por alguien como Sera -dijo Adam.

Tch, si te digo, ¿Me dejaras en paz? -preguntó Lucifer.

No prometo nada -dijo Adam.

Lucifer mira a su compañero con una mirada fulminante y vuelve a tomar su café y suspira- Me enseñó una maldita visión.

¿Visión? -preguntó Adam.

Mm, era extraño, estaba en el cielo, en una especie de junta divina -decía Lucifer con desagrado- comenzaron a atacarme y... lo extraño fue, que quien me atacaba era Alastor.

¿Alastor? -preguntó Adam confundido.

O alguien muy parecido a él, porque era, como... -decía Lucifer.

¿Cómo que? Termina de contar -dijo Adam.

Como si fuera un puto angel -comento Lucifer.

¿Alastor? ¿Un ángel? -Adam toma un poco de su café y lo escupe al rey. Lucifer sabia muy bien que el idiota de su compañero iba a hacer eso, asi que simplemente se agacha a tiempo. Adam comienza a reírse como un loco.

No es divertido -comentó Lucifer.

No, si lo es. ¿Cómo caíste en una ilusión así? -preguntó Adam.

Fue una visión -afirmó Lucifer.

¿En serio crees que pase? Que Alastor se convierta en ángel y te ataque en el cielo -preguntó Adam.

Lucifer no contestó y siguió tomando su bebida.

¿Tal vez, era un hermano, hermano gemelo, una copia? -preguntó Adam.

Espero que sea eso, una maldita trampa, no quiero saber que Alastor esté en peligro de ser manipulado por alguno de esos idiotas -dijo Lucifer.

Así que te distrajo con eso y por eso bajaste la guardia, mm -comentó Adam.

Si, si, riete todo lo que quieras -dijo Lucifer.

Bueno -Adam comenzó a levantarse-. Tenemos que encontrar ese reloj para recuperar a tu amado y dejes de tener esa cara larga -dijo Adam.

Tch, idiota -dijo Lucifer levantandose pero con una media sonrisa en su rostro.

Oh, espera, mira -comentó Adam antes de tirar su café.

¿Qué? -preguntó Lucifer.

Ambos miraron el envase de Adam, quien tenía el cutre mensaje, más la fecha; primero de enero de mil novecientos veinticuatro.

Lu, ¿De qué año era Alastor? -preguntó Adam.

Nació en mil novecientos tres y murió en... mil novecientos treinta y tres.

Quiere decir que... él tendría como... -decía Adam.

Veintiún años... él está aquí-contestó Lucifer con una sonrisa temblorosa.

Destinados al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora