Capítulo 15: Tú y solo tu

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Capítulo 15: Tú y solo tu


Alastor entró al cuarto con una bandeja con dos tazas de café y un plato de galletas, observó que el rey estaba dormido en su escritorio, usando ambos brazos como almohada. El pecador sonríe, se acerca a su pareja y le proporciona un beso en la frente, para después cubrirlo con una manta, cargarlo y llevarlo hacia la cama. Cuando el demonio de radio se volteaba para abandonar la bandeja en una mesa, Lucifer truena sus dedos y la bandeja se acomoda sobre la cama.

¿No estabas dormido? -preguntó Alastor.

Fue una pequeña siesta, ¿No quieres leer un poco? -preguntó el rey.

Alastor se acerca a una pequeña estantería de madera que tenían en la habitación. Tenían una biblioteca enorme en el castillo, pero en esa estantería se establecen los libros que se propinan a leer para el mes. Alastor toma dos libros, uno de fantasía y aventuras y otro de suspenso dramático.

Lucifer y Alastor habían disfrutando de una noche maravillosa, una merienda, una pequeña lectura y algunos que otros placeres carnales. Al despertar, ambos se miraron y se sonrieron, se dan un beso para levantarse de la cama y meterse a bañar juntos. Alastor sonrió mientras disfrutaba de un masaje enjabonado por parte del rey, para después concentrarse en sus cuerpos, salir, perfumarse y cambiarse. Desayunaron juntos, comieron juntos, en la tarde, tomaron caminos distintos.

Lucifer se encontraba en el hotel hazbin, estaba creando una barrera mágica que aseguraría proteger a su hija y a sus amigos de cualquier cosa, ya lo había hecho en los "palacios" de los pecadores y solo faltaba el hotel. Por otro lado, Alastor se dedicó a realizar su locución en su famosa estación de radio. Al terminar sus actividades y quedar satisfechos, ambos se dirigieron al palacio. Se acomodaron en su sala de estar para escuchar música, leer y disfrutar el calor que una chimenea empedrada les ofrecía. Finalmente, se dispusieron a dormir.

Al despertar, Lucifer se dirige al baño para lavarse los dientes y bañarse, Alastor se unió con él. Se cambiaron de manera casual y se sonrieron, era hora de asistir a una reunión en el hotel, ambos se prepararon una taza de café para llevar... pero por supuesto el rey, tenía que hacer su numerito primero...


Canción: Take me to the church (Hozier, 2013).


Lucifer: Mi amante tiene humor. El hace reír en funerales. Sabe la desaprobación de todos. Debería haberle adorado pronto. Si el paraíso alguna vez hablara. Él sería el verdadero profeta. Cada domingo es más sombrío. Un fresco veneno cada semana. Nacimos enfermos. Lo oíste decirlo. Mi iglesia no ofrece ningún perdón. 'El me dice "vendrá al dormitorio". El único paraíso a donde iré. Es cuando estoy solo contigo. Nací enfermo, pero me encanta. Ordename para estar bien.

Lucifer le proporciona un beso en los labios a Alastor, el cual es correspondido. Lo levanta en sus brazos y vuela fuera del palacio. Ambos caen en su coche convertible de lujo.

Alastor: Llévame a la iglesia. Alabaré como un perro en el altar de tus mentiras. Te dire mis pecados y tu puedes afilar tu cuchillo. Ofréceme esa muerte inmortal. Buen dios, déjame darte mi vida.

Ambos se dirigen al hotel de Charlie, pues había algo importante de que hablar y tenían que estar muy despiertos, ¿Qué mejor manera de empezar el día con una buena canción?

Alastor: Si soy pegano de los buenos tiempos.

Lucifer: Mi amor, la luz del sol. Para mantener a la diosa de mi lado.

Alastor: Ella demanda un sacrificio. Drena todo el mar.

Lucifer: Consigue algo brillante.

Alastor: Algo carnoso para el platillo principal.

Lucifer: Ese es un gran caballo de buen aspecto.

Alastor: ¿Qué tienes en el establo?

Lucifer: Tenemos mucha hambre de fé.

Alastor: Eso se ve delicioso.

Lucifer: Eso se ve demasiado.

Ambos: Este trabajo es insaciable...

Podríamos haber volado -dijo Alastor acomodando un espejo.

Admítelo, te gusta este carro -dijo Lucifer.

Alastor lo ignora.

¿Qué crees que Charlie nos informe? -preguntó Lucifer.

No sé, tal vez algo sobre los idiotas de VvV -comentó Alastor.

Pensé que ya eran historia -comentó Lucifer.

Lo son, en especial cuando incendie su negocio y solo quedaron las cenizas -comentó Alastor.

Eres imposible -comentó Lucifer con una media sonrisa.

Pero me amas... admitelo -dijo Alastor con una sonrisa de oreja a oreja observando al rey.

El carro cayó en un bache, provocando que el café que Alastor tenía en su mano cayera en sus pantalones.

¡Hey! Lo hiciste a propósito -dijo Alastor.

¿Tu crees que dañe mi carro para que se te cayera el cafe? Estas demente... eso... sí lo admito -dijo Lucifer.

Ghhh -se quejó Alastor. Pero al instante recibió un beso en sus mejillas haciéndolo sonrojar.

Además de que te amo -finalizó Lucifer sonriendo. 

Destinados al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora