Destinados al Infierno

Capítulo 35: El último baile

Tercera Parte.

"Sin importar lo que pase, si fue lo correcto o no, estemos juntos o no, siempre estaremos destinados al infierno"

Capítulo 35: El último baile

Fantástico, era completamente fascinante como sus amigos infernales estaban...

¡¿Qué mierda están haciendo aquí?! -grito enojado Lucifer.

Tranquilo Lucifer, sabemos lo que está pasando -dijo Stolas con su grimoire en mano.

Ese maldito ángel se dignó a presentarse en el infierno -dijo Mammon enojado.

¿Miguel? -preguntó Lucifer.

Su entrada fue... diferente -dijo Asmodeo, pues no quería faltarle al respeto a un ángel, que además era el hermano mayor de Lucifer.

Nos regañó y nos amenazó -dijo Beelzebub con carita de cachorro triste.

En sí, tenía razón -comenzaba a decir Asmodeo-. Tu nos salvaste y nos ayudas siempre cuando lo necesitamos. Nosotros estábamos en shock por lo que había ocurrido, dejandote nuevamente solo, cargando con todo el peso -Asmodeo miró a Lucifer-, pero ahora será diferente, ahora estamos para usted, ¿Qué necesitas?

Que se vayan -contesto Lucifer cruzando sus brazos.

Vamos Lu, sabemos lo de... -Beelzebub respira profundamente, esta vez, no iba a dejar a medias sus oraciones-, lo de Alastor. Usted lo ama, pero aun así, ¿lo salvara del infierno? Estamos aquí para usted, para ti -Beel sonrió.

Lucifer suelta un suspiro- Gracias por su preocupación, pero por favor...

No -dijo Stolas.

Lucifer y todos voltearon a ver a Stolas. Lucifer tenía una mirada confusa, aunque con un poco de molestia, mientras que los demás miraban al príncipe Goetia con decisión en sus ojos.

No se preocupen, no se molesten, yo hago esto solo, yo lo arreglare, cargare con el peso, ¡No más de eso! -grito Stolas- Estamos aquí, y estaremos aquí para apoyarlo, para cualquier decisión que tome- Stolas camino hacia Lucifer-. Eres nuestro rey, pero también eres nuestro amigo.

Ante esas palabras, una llama en el pecho de Lucifer se enciende. Lucifer sonríe, sentía calidez, al igual que lo sentía cuando estaba con su hermano, su hija o Alastor.

Bien, entonces -Lucifer miró a sus amigos-, este es el plan.

Lucifer regresó a la cabaña solo para su Alastor. Pasaron las horas, y como lo había predicho el rubio, los invitados llegaron a las diez de la noche, de poco en poco, las personas entraron, saludaron y comenzaron a festejar Halloween. Los presentes estaban disfrazados de todo tipo de cosas; había hombres lobos como vampiros, egipcios y luchadores, de alguna caricatura y furros, había disfraces de fantasía, como de manera sexy. Y por supuesto, que entre ellos, claramente estaban los otros demonios, disfrazados de humanos, con disfraces diferentes, era extraño estar disfrazado de manera doble.

Alastor, te presento a mis amigos, del bachillerato, claro -mintió Lucifer.

Hola, me llamo Beeelzy, tu platillo de jambalaya está exquisito, aunque prefiero lo dulce- dijo Beelzebub, quien tenía la forma de una chica rubia, el cual estaba pintado de varios colores. Una chica disfrazada de princesa de los dulces.