Jhon esperaba pacientemente en la camioneta, miraba el reloj a cada momento, cada minuto era una hora, y el tiempo parecía una eternidad.
—Vamos responde mi amor, ya deberías estar aquí. —se decía Jhon mentalmente mientras jugaba con sus dedos sobre el volante y mirando por donde Rania debería llegar.
Una hora más y Rania no respondía mensajes ni contestaba las llamadas. Encendió la camioneta y salió a su encuentro, manejó lo más rápido que pudo cuando ablo lejos divisó el humo de una camioneta, aceleró la marcha y se encontró con los bomberos apagando el fuego. Jhon bajó corriendo de su vehículo y fue a investigar sobre el estado de salud de Rania.
—Señor no puede pasar..—trató de detenerlo el agente.
—Ese carro es de mi mujer. ¿Dónde está ella? Quiero verla. —respondió Jhon zafándose y estando más cerca del vehículo calcinado.
—¿Dónde está mi mujer? —preguntó a gritos y caminando de un lado a otro buscando la.
—Señor...aquí no había nadie, cuando recibimos la llamada de auxilio, y llegamos la camioneta estaba totalmente calcinada. —Respondió uno de los bomberos haciendo que Jhon sintiera un frio recorrer su cuerpo.
—¿Completamente calcinada? Cómo es posible. ¿Dónde está mi mujer?
—Ya se está enviando a alguien al hospital para ver si hay un reporte de algún paciente con quemaduras.
Jhon subió a su camioneta y salió como alma que lleva el diablo rumbo al hospital, en su mente todo era un caos, no comprendía lo que estaba sucediendo y en un abrir y cerrar de ojos llegó...bajó casi corriendo y entró a emergencia.
—¿Recibieron alguna paciente con quemaduras? —preguntó a la recepcionista...y esta respondiendo que no habían recibido a nadie en esas condiciones.
Jhon sentía más desesperación al no saber nada de Rania, caminó de un lado a otro y marcó el número de Mustafá... luego a Dora y en menos de treinta minutos estaban ahí junto a él.
—¡Hijo mío....! ¿Dónde está Rania? —preguntó Dora sintiendo angustia y temor por no saber nada de Rania.
—No lo sé madre, simplemente desapareció sin dejar rastros. —respondió Jhon pasando sus manos por su rostro sintiendo la angustia más desesperante y la impotencia de no poder encontrar a Rania.
—No puede desaparecer así nada más... alguien tiene que haberla visto. —dijo Arielle.
—Alguien se la llevó. —dijo Dora muy nerviosa. Bruno llegó tan pronto se enteró.
—Jhon...¿Que sucedió? ¿Dónde está Rania?
—No tengo idea Bruno... simplemente desapareció....—Jhon tomó su teléfono y marcó el número del jefe de sus guardaespaldas que estaban pasivos, nunca imaginó que en la tranquilidad de ese pueblo, Rania corriera peligro.
—Quiero máxima seguridad para la hacienda donde se encuentra mi hijo y mi madre. —ordenó y los hombres de negro empezaron a organizar.
—Bruno, necesito un investigador privado, no tengo enemigos, y tú conoces a Rania, ella no los tiene, entonces es un secuestro, y quiero saber quién la tiene. —dijo Jhon sintiendo angustia y desesperación.
—Vamos, tenemos que ir a la policía, tenemos que investigar el paradero de Rania. —propuso Arielle.
—No...no podemos ponerlos en alerta, pueden hacerle daño. —respondió Jhon rechazando esa posibilidad.
Bruno marcó el número de teléfono del detective privado y ellos fueron a la hacienda de Jhon, dónde esperarían por las llamadas
Las horas transcurrían, Jhon no dejaba de mirar el reloj, caminaba de un lado a otro, mientras Tifa y Dora trataban de calmar a Jhon JR.
—¿Mami regresará pronto... verdad? No quiero que esté lejos sin mi. —dijo Jhon sollozando en los brazos de su abuela.
—Tranquilo mi vida....mamá estará muy pronto de regreso. —Dora, trató de tranquilizarlo Pero Jhon estaba muy nervioso, al igual que todos.
Jhon parecía hacer una zanja en el suelo, caminaba de un lugar a otro sintiendo la impotencia de no poder hacer nada.
—¡Maldición! ¿Por qué carajos no llaman? no sé comunican. —casi gritó Jhon dando un golpe de puño cerrado en la pared, habían pasado muchas horas, tantas que eran demasiadas como para que los secuestradores ya se hubieran puesto en contacto pidiendo el rescate.
—Tranquilo Jhon, debes tener calma, es un proceso, ellos juegan con nuestra desesperación para así poder sacar más y rápido.
—No puedo Bruno...necesito saber de Rania. ¿Quien la tiene? ¿Que carajos quieren? —habló, preguntó Jhon, frotando su rostro angustiado.
El teléfono sonó y Jhon respondió de inmediato sintiendo el corazón salirse de su pecho.
—¡Alo! —trató de responder con calma.
—Jhon....estoy en el helipuerto, y estoy saliendo para allá en este momento. Tienes que ver esto. —respondió el detective privado. Una hora después y ya entrada la madrugada llegó con las copias de seguridad de todas las salidas del helipuerto.
—Tienen que ver esto señores, la señora Rania no fue secuestrada, ella simplemente se fué. —dijo poniéndo las imágenes de las cámaras de seguridad donde fue captada caminando serenamente, en compañía de un extraño hombre.
Jhon miró detenidamente las imágenes, vio las expresiones de Rania y sintió un frio recorrer su espalda.
—Está siendo llevada en contra de su voluntad, no está bien, miren su expresión, y ese hombre...ese hombre nunca antes lo ví. Rania está secuestrada, y necesito saber dónde la tienen, ella no pudo irse y dejar a nuestro hijo.
—Empezaremos por ahí, necesito información de ese sujeto. ¿Quien lo envió? —dijo Jhon sintiendo una leve esperanza, sentía que estaba atado de pies y manos.
El detective salió nuevamente, investigó cada entrada de turistas al pueblo por las festividades y así pasó una semana, y estuvo de regreso a la hacienda de Maxwell.
—Papá....¿Cuando volverá mamá? La extraño mucho. —habló Jhon JR. en los brazos de su padre.
—La vamos a encontrar hijo... pronto la encontraremos. Solo es cuestión de tiempo.
Jhon sentía doler su corazón al ver la tristeza de su hijo, deseaba tener frente a el a las personas que la tenían y hacerles pagar.
—Jhon...¿Recuerdas al tío Nikolay? Nicolay Shevchenko...—preguntó Arielle Brigth a Jhon que también estaban ahí apoyando
—Si..si tengo recuerdos de él. ¿Que pasa con el? —preguntó intrigado.
—El puede ayudar a encontrar a Rania, cuando secuestraron a mis hijos, el los encontró. Ya una semana y no sabemos nada.
—Toda ayuda es importante y necesaria no soporto ver a mi hijo así, y mis hombres no dan con ella, y si es así debe ser alguien muy poderoso como para ocultarse así.
Arielle marcó el número de Nikolay y este contestando al instante, Arielle dió parte de la información y pasando a Jhon para que pudiera dar mejor información más detallada.
—Jhon Maxwell...tiempo sin saber de ti. —dijo Nikolay, Jhon respondió, hablaron por mucho tiempo y al fin Jhon tenía una nueva esperanza de encontrar a Rania.
Tres días pasaron y los hombres de más confianza de Nikolay estaban en presencia de Jhon.
Jhon entregó todo los datos requeridos por ellos y empezaron, iniciaron con los contactos que tenían en Dubai y rastrearon cada agencia hasta dar con la información de la identidad del hombre de las cámaras.
—Tifa...por favor trata de recordar si alguna vez viste a ese tipo ser guardia de alguien en palacio. —preguntó Jhon nuevamente y Tifa sintiendo impotencia de no dar ningún aporte a la investigación.
—Jhon....por Aláh..si lo recordara te lo hubiera dicho...crees que no me angustia no saber dónde está mi niña.
—Lo siento mucho Tifa.. estay desesperado. —se disculpó Jhon caminando de un lado a otro.
—No creo sea el señor Al-khalifa, que gana el con llevársela a la fuerza y sin su hijo. A menos que...—Tifa quedó en silencio.
—¿Al menos que Tifa...? Responde. Dijo Jhon
—Al menos que quiera casarla con algún Jeque, como su embarazo no fue conocido en la sociedad, solo que es una mujer divorciada. —respondió Tifa sintiendo angustia y dejando a Jhon más desesperado y preocupado.
—Eso no puede ser Tifa ..Rania no puede.
—Puede asi ella no quiera..puede, el poder del señor Al-khalifa es tan grande que es capaz de estar amenazando la o chantajeando la para que acepte, ella se ve caminar sola en esas imágenes.
—Tengo que ir a Dubai, Khalid Al-khalifa tiene que darme una explicación.
Jhon, sin más organizó el viaje a Dubai y cuatro días después estaba aterrizando en el aeropuerto, subió a un Uber y fue directamente a palacio donde estaba Khalid Al-khalifa.
Se presentó y fue anunciado y sin más entró a la gran oficina donde estaba el Jeque.
Jhon parado frente a Khalid Al-khalifa se miraron fijamente, sus miradas eran intimidante en ambos hombres, uno era el prepotente padre y el otro el hombre desesperado por encontrar a su mujer.
—¿Que te trae por aquí Jhónathan Maxwell? Tiempo sin saber de ti. —dijo Khalid Al-khalifa dejando los que estaba haciendo y sin dejar de mirarlo.
—¿Dónde está mi mujer? ¿Que quieres con ella Khalid Al-khalifa? —preguntó sin más dejando sorprendido a Khalid.
Khalid se puso de pie y caminó hasta estar frente a él y lo miró fijamente.
—Mi hija huyó de ti, se divorció de tí, y vienes aquí nuevamente a preguntarme dónde está ella. Tu no has sabido ser hombre lo suficientemente para proteger a mi hija, respóndeme tu esa pregunta. ¿Dónde está mi hija? ¿Dónde está mi nieto? Porque aquí ella no ha regresado desde que decidió huir de ti. —respondió Khalid dejando a Jhon perplejo ante esa respuesta, su corazón se estrujó al ver la seguridad con la que le habló Khalid....¿Quien tenía a Rania? ¿Dónde estaba si no era con su padre que estaba? Eran las preguntas que se cuestionaba mentalmente al ver que no era Khalid quien la tuviera.
—Rania fue secuestrada hace dos semanas....la buscamos en todos los lugares posibles y este era el último que pudiera considerar como su destino. —dijo Jhon viendo palidecer a Khalid.
—¿Mi hija desaparece hace dos semanas y recién ahora me lo vienes a decir? —renegó algo furioso Khalid agarrando a Jhon de la solapa de la camisa.
—Soy un hombre pasivo...no tengo enemigos, así que empiece por desempolvar la lista de los suyos si los tiene Khalid Al-khalifa. Tenemos que encontrar a Rania lo más pronto posible, mi hijo ....su nieto está desesperado por saber de ella
Dijo Jhon y Khalid tomó su teléfono y marcó el número de teléfono de su jefe de seguridad.

ESTÁS LEYENDO
LA ESPOSA ÁRABE. Despreciada.
RomanceRania Al-khalifa, era una mujer inteligente, y hermosa, Había crecido en un hogar en dónde las costumbre y tradiciones eran inquebrantables. Estaba comprometida Desde muy pequeña con la familia Al-Rashid. Obligada a casarse con Alih Al-Rashid, y un...