CHARLATÁN

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POV: EVEN La noche tenía un aroma especial, uno que yo conocía muy bien

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POV: EVEN
La noche tenía un aroma especial, uno que yo conocía muy bien. Me había pasado la cena entera fijándome en sus gestos al hablar y su forma de gesticular y exagerarlo todo con las manos. Me encantaba la manera sensual en la que se relamía los labios y aunque la cena había sido un festín para los sentidos y el vino suave había creado un ambiente perfecto, está noche mi verdadero banquete sería ella.

—¿Ghail, te gustaría ver algo asombroso?—propuse con una sonrisa misteriosa.

Ella levantó una ceja, intrigada.—¿Impresionante? ¿O solo es una excusa para estar a solas conmigo?—me soltó con tono  juguetón, y no pude evitar reír.

—Tal vez se trate de un poco de ambas.—admití, guiñándole un ojo.—Pero créeme, la vista es realmente espectacular. Te prometo que no te decepcionará.

Ella aceptó con una sonrisa, y le ofrecí mi mano para llevarla hacia el ascensor. El trayecto fue breve, y cuando las puertas se abrieron, la guie, llevándola hacia la terraza del hotel. La brisa fresca de la noche nos envolvió, y la vista la dejó sin aliento.

El océano frente a nosotros, brillaba bajo la luz de la luna. Las estrellas titilaban en el cielo, y la serenidad del momento era palpable.

—¡Wow!—exclamó, mirando el paisaje.—Hablabas en serio, es  hermoso.

—No se compara contigo.—respondí, acercándome un poco más a ella. Mire por enésima vez el vestido rojo que la abrazaba, y el cosquilleo en mi entrepierna no se hizo esperar.—Aunque ese vestido tiene una competencia feroz.—Ghail se giró hacia mi, riendo.

—¿Así que estás diciendo que el vestido es lo que te está seduciendo?

—No solo el vestido.—repliqué, tomándola de la cintura.—Es todo lo que eres. Tu risa, tu inteligencia… y sí, ese vestido.—ella me sonrió, con la mirada chispeante.

—Bueno, si te gusta tanto, tal vez deba usarlo en un par de ocasiones más.

La tensión fluía en el aire.

—O tal vez debería quitártelo.—Ghail me dio un empujón juguetón.

—¡Calma, campeón!, ¿No crees que vas muy rápido?

—A veces hay que arriesgarse.—me incliné hacia ella encontrándome con sus labios en un beso suave, que rápidamente se volvió más intenso. Ella se dejó hacer y la apreté más contra mi cuerpo, con toda la intención de que me sintiera. Ella me seducía y lo sabía, ahora me tocaba a mi, demostrarle lo creativo que me ponía.

—Tienes un sabor… interesante.—murmure entre besos, sintiendo la suavidad de su piel al deslizar mis manos por su espalda.

—¿Interesante? ¿Eso es un cumplido?—preguntó, riendo mientras se separó un momento para observarme.

—Definitivamente. Es como un buen vino: cada vez que te beso, descubro algo nuevo.—declaré, sonriendo mientras me acercaba nuevamente. Ghail se mordió el labio, y la chispa entre ambos se volvió innegable.—Ven conmigo.

DESENCUENTRO (2da Parte de Tercer Encuentro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora