Desencuentro es la segunda entrega de la gran historia entre Ethan y April.
Todo comienza con un Tercer Encuentro y termina con él. Ahora nuestros protagonistas se encuentran separados y muy alejados el uno del otro. Intentando superar el agridulce...
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POV: NICHOLAS La puerta de la habitación se cerró con un golpe sordo, había visto a Eugene salir, con el rostro marcado por la culpa y el pesar. Mi mente no terminaba de asimilar lo que había sucedido. Todo estallo en un caos que parecía sacado de una pesadilla. Mi cabeza seguía dando vueltas, incapaz de procesar la magnitud de lo que ocurría en secuencia, como sí cada cosa fuese peor que la otra.
Ethan, en cambio, estaba en llamas. Irradiaba furia y un odio que podría inquietar a cualquiera. Llamó al oficial que estaba de pie en la puerta, con la voz amarga y el aire tenso.
—¿Estoy detenido?—preguntó, con el desafío en los ojos.
El oficial, que tenía toda la pinta de ser un recién ingresado, lo dudó un segundo.
—No.—finalmente respondió.
Mi hermano, con una mueca de desdén, señaló las esposas que le mantenían la muñeca unida a la camilla.
—Entonces, ¿Por qué tengo esta porquería? ¡Quítame esta mierda ahora!
Me acerqué a él, sintiendo que la situación podría descontrolarse.
—Ethan, cálmate.—le pedí, intentando mantenerlo sereno en medio del torbellino.
El oficial, visiblemente incómodo, le quitó las esposas. Y él, liberado, se movió torpemente en busca de su camisa. La prenda estaba manchada de sangre, pero se la colocó sin dudar, mientras intentaba ponerse los zapatos con dificultad. Cada movimiento le hacía fruncir el ceño de dolor.
—¿Qué carajos estás haciendo? ¡Quítate esa camisa! Bella está en camino, trae ropa y otro par de cosas.
Ethan negó con vehemencia.
—Me largo de aquí.
—¿Acaso estás demente? ¿A dónde piensas ir así?
—Volveré a Seattle. No puedo seguir un minuto más aquí o terminaré lo que no pude en la mansión.—no tuve que deducir mucho para saber a que se refería. Suspiré sabiendo que esto aún no llegaba a su fin.
Lo vi esforzarse por ponerse de pie, arrancándose el tubo de hidratación y los cables que lo mantenían conectado. Hizo un ademán de caminar, pero me interpuse en su camino.
—No irás a ningún lado en ese estado, Ethan.
—O te quitas o te quito, Nick. Entiende que necesito estar con April. En cuanto Zacharías despierte, querrá cobrar venganza por todo esto. ¿Y detrás de quién crees que irá?
Tragué grueso.
—Si está al descubierto, no creo que se atreva a hacer nada más, Ethan. Esto es una locura.
—No me quedaré esperando a ver si ese hijo de perra va o no por ella. ¿No te quedaron claros sus malditos alcances?
—Bien, bien, entiendo, pero ¡Joder, Ethan! Estás mal. No deberías viajar así.
