Después de la cena, decidieron dar un paseo por el parque cercano, disfrutando de la suave brisa nocturna. Las luces del parque iluminaban el sendero, creando un ambiente mágico. Se detuvieron junto a un pequeño lago, donde las luces reflejaban en el agua, creando un hermoso resplandor.
Hermione se giró hacia Bellatrix, tomándola de la mano. "Esta noche ha sido perfecta. Me siento tan agradecida por lo que tenemos y por cada momento que compartimos."
Bellatrix la miró con amor y ternura. "Yo también. A veces, en medio de todo el ajetreo de la vida, olvidamos lo importante que es tomar un momento para nosotros. Pero esta noche me ha recordado lo especial que eres para mí."
Se abrazaron bajo las estrellas, disfrutando del silencio y la paz del momento. Bellatrix se inclinó y le dio un beso suave a Hermione, lleno de cariño y pasión. "Te amo, Hermione. Eres mi todo."
Hermione respondió con un beso igual de tierno. "Y yo te amo a ti. Eres la razón por la que mi vida es tan maravillosa."
Mientras caminaban de regreso a casa, tomados de la mano, se sintieron más conectadas que nunca. La cita había sido un hermoso recordatorio del amor que compartían y del compromiso que habían hecho el uno al otro.
De vuelta en casa, se acomodaron en el sofá con una taza de té caliente, disfrutando de la tranquilidad y de la compañía mutua. Sabían que, a pesar de las demandas de la vida y las responsabilidades, su amor seguía siendo una fuente constante de felicidad y fortaleza.
La noche había sido un éxito, un momento para celebrar su relación y la vida que habían construido juntas. Y mientras se preparaban para descansar, se sintieron renovadas y listas para enfrentar lo que el futuro les deparaba, sabiendo que, mientras estuvieran juntas, todo sería posible
