Las semanas siguientes fueron un desafío. Aunque la relación entre Hermione y Bellatrix seguía siendo controvertida, lograron encontrar un pequeño grupo de aliados dispuestos a apoyar su causa. A medida que la paz se asentaba lentamente, trabajaron para ayudar a reconstruir el mundo que había sido devastado por la guerra.
Harry, aunque aún reacio, comenzó a aceptar gradualmente la presencia de Bellatrix. La transición no fue fácil, pero con el tiempo, Bellatrix demostró ser una aliada valiosa en la reconstrucción y en la lucha contra las fuerzas que aún quedaban.
Hermione y Bellatrix, a pesar de las dificultades, encontraron momentos de paz y felicidad en su relación. Cada pequeño gesto de apoyo y cada sonrisa compartida era un recordatorio de que, a pesar de todas las adversidades, habían encontrado algo verdadero en medio de la tormenta.
La vida continuó, y aunque el camino no fue fácil, Hermione y Bellatrix enfrentaron cada desafío juntas, con la esperanza de que su amor pudiera superar las sombras del pasado y construir un futuro en el que pudieran ser verdaderamente felices.
