Lily y Theo estaban en la puerta, sosteniendo a una pequeña bebé envuelta en una manta rosa. El rostro de Lily estaba iluminado por una sonrisa radiante, mientras que Theo parecía igualmente emocionado. Hermione y Bellatrix se acercaron rápidamente, sus corazones latiendo con fuerza.
"¡Hola, abuelas!" dijo Lily, con una sonrisa cálida mientras les entregaba a la bebé.
Hermione tomó a la pequeña en sus brazos con ternura, sus ojos llenos de lágrimas de felicidad. "Hola, pequeña. Bienvenida al mundo."
Bellatrix, también emocionada, se inclinó para mirar a su nieta. "Es preciosa, Lily. ¿Cómo se llama?"
Lily acarició la cabeza de su hija con una sonrisa. "La llamamos Emma. Emma Granger-Lestrange."
Hermione y Bellatrix intercambiaron miradas de alegría. "Es un nombre hermoso," dijo Hermione, conmovida. "Estamos tan felices de conocerte, Emma."
Se acomodaron en el salón, donde colocaron a Emma en un cojín especial preparado para ella. Lily y Theo se sentaron con ellos, compartiendo historias y detalles sobre los primeros días de su hija.
Mientras la tarde avanzaba, Hermione y Bellatrix jugaron con Emma, encantadas con cada pequeño gesto y sonido que hacía. Bellatrix, con su característica ternura, cantó una canción suave para la bebé, mientras Hermione preparaba un pequeño obsequio: un libro de cuentos mágicos que había escrito especialmente para ella.
Lily observaba con una sonrisa mientras sus madres se envolvían en su nuevo rol de abuelas. "Es maravilloso verlas con Emma. Sé que ella tendrá un lugar muy especial en su vida."
Hermione miró a Lily con amor. "Estamos muy agradecidas por tener la oportunidad de ser abuelas. Emma es una bendición, y no podemos esperar para ver cómo crece y se convierte en una joven maravillosa."
El día se llenó de risas, abrazos y la alegría de la familia reunida. Bellatrix y Hermione se sintieron completas y felices, sabiendo que el amor y la conexión que habían compartido a lo largo de los años ahora se extendían a una nueva generación.
Cuando el día llegó a su fin y Lily y Theo se prepararon para regresar a casa, Hermione y Bellatrix les despidieron con calidez. "Gracias por compartir este día tan especial con nosotras," dijo Bellatrix, abrazando a su hija y su yerno.
Hermione acarició a Emma con ternura antes de despedirse. "Nos vemos pronto, pequeña Emma. Te amamos mucho."
Con un último abrazo y una sonrisa, Lily y Theo se marcharon con su hija, dejando a Hermione y Bellatrix en su hogar, rodeadas por la calidez y el amor de la familia.
Esa noche, mientras se acomodaban para descansar, Hermione y Bellatrix se miraron con satisfacción y alegría. Sabían que el amor que habían construido a lo largo de los años se había convertido en algo aún más grande, abriendo el camino a nuevas y emocionantes aventuras con su nieta Emma