El caos finalmente llegó. Unas semanas más tarde, la tensión entre la Orden y los Mortífagos alcanzó un punto de ruptura. Bellatrix había sido llamada por Voldemort para una misión importante, y Hermione sabía que las cosas estaban a punto de empeorar.
El día de la batalla final, Hogwarts estaba bajo asedio. La guerra entre la Luz y la Oscuridad había comenzado, y Hermione se encontraba en medio del caos, luchando no solo por su vida, sino también por lo que quedaba de su amor prohibido.
En el fragor de la batalla, vio a Bellatrix a lo lejos, enfrentándose a varios miembros de la Orden. La visión de su amante, letal y hermosa en medio del caos, le arrancó un grito de advertencia, pero Bellatrix no podía escucharla entre el estruendo de los hechizos.
"¡Bellatrix!" gritó Hermione, desesperada por llegar a ella.
