Con el paso del tiempo, Hermione y Bellatrix se asentaron en su vida juntos, disfrutando de cada momento que compartían. La casa que habían hecho su hogar se llenó de calidez y amor, y comenzaron a pensar en el futuro que querían construir como familia.
Una tarde, mientras estaban sentadas en su jardín, Bellatrix le tomó la mano a Hermione con una expresión de emoción y nerviosismo. "Hermione, hay algo de lo que he estado pensando. Algo que me gustaría compartir contigo."
Hermione, notando la seriedad de Bellatrix, la miró con curiosidad. "¿Qué sucede?"
Bellatrix se inclinó hacia Hermione, tomando una respiración profunda. "Siempre he querido ser madre. Y ahora que tenemos una vida estable y feliz, creo que es el momento adecuado para considerar expandir nuestra familia."
Hermione sonrió, sintiendo una oleada de emoción y amor. "Siempre he soñado con tener una familia contigo. Si eso es lo que quieres, entonces estoy totalmente de acuerdo."
Ambas comenzaron a explorar las opciones disponibles para formar una familia. Decidieron adoptar, y después de un proceso exhaustivo y lleno de emociones, encontraron una niña pequeña que necesitaba un hogar amoroso. La niña, a la que llamaron Lily, era dulce y curiosa, con grandes ojos y una sonrisa contagiosa
