Después de la ceremonia, Hermione y Bellatrix se sintieron más unidas que nunca. Habían planeado una breve luna de miel para celebrar su nuevo comienzo, eligiendo un destino tranquilo y pintoresco que prometía descanso y romance. Optaron por una pequeña cabaña en un rincón apartado de un hermoso lago en las montañas, un lugar ideal para relajarse y disfrutar de su tiempo juntas.
El primer día en la cabaña, llegaron a un paisaje que parecía sacado de un sueño: un lago cristalino rodeado de colinas verdes y bosques frondosos. La cabaña era acogedora y encantadora, con grandes ventanales que ofrecían vistas impresionantes del entorno natural.
Hermione y Bellatrix se instalaron rápidamente, sintiendo la paz y la tranquilidad que el lugar ofrecía. Después de desempacar, se dieron un paseo a lo largo del lago, disfrutando de la belleza del paisaje y de la compañía mutua
