Capítulo 56

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"No puedo dormir, ¿te acuerdas de este sitio?"

Me atraganto con el café que estoy tomando cuando veo la foto. El gimnasio del hotel de México y Álvaro con camiseta de tirantes. Cuando le recuerdo dando golpes a aquel saco de boxeo me pongo enferma.

"Como para no acordarme Álvaro"

Lo siguiente que llega a mi movil es la notificación de Twitter con esa foto. Definitivamente Álvaro se aburre y quiere revolucionar a sus fans para entretenerse.

"No puedes subir eso, vas a elevar la temperatura del país"

"Sólo me importa lo que puedas decirme tú"

"Mejor que no te lo diga, tengo una reunión y esta conversación no me conviene"

Se despide con un emoticono de un guiño y un te quiero. Me gusta esta nueva fase de nuestra "relación", desde que aterrizó en México me envía algún mensaje que siempre me saca una sonrisa. La reunión se alarga hasta última hora de la tarde y al salir Alba se acerca a mí.

-Hay un pedazo de tío esperándote en tu despacho desde hace una hora, me muero de envidia -ríe-, ¿pero por qué todos los tíos que te rodean son tan guapos?

-Porque para acompañar a este cuerpo -recorro mi cuerpo con la mano-, no vale cualquiera y es Martín, ¿verdad?

-Joder con Martín -silba-.

Reímos a carcajadas y me señala.

-Negaré delante de tu padre haber dicho eso.

-Tu secreto esta a salvo conmigo -levanto la mano-, lo juro, y no te quejes tanto, el tío más guapo de mi vida lo tienes tu.

La relación con Alba es genial. Cada día estoy más contenta de que mi padre haya encontrado a alguien como ella, su carácter es fantástico y hemos congeniado muy bien. En mi despacho me encuentro a Martín nada mas abrir la puerta.

-Hola -tira de mí y me abraza-, ¿tienes algo que hacer esta noche?

-De momento cenar, estoy a base de cafés desde por la mañana...

-¿Me dejas que te invite?

-Claro, en cuanto me dejes en el suelo cojo el bolso y nos vamos -río-.

Cada vez que Martín me abraza me siento un muñeco, siempre me levanta por los aires. Y abraza tan bien...me hace sentir a salvo. No se por qué, pero a pesar de que hemos pasado poco tiempo juntos y la mayoría en el gimnasio, siento como si le conociera de toda la vida.

-Perdona, entre lo pequeña que eres y lo poco que pesas -dice con sorna-.

-No, si me encanta...

Nos metemos en un restaurante de comida rápida a pesar de que a Martín le horroriza la idea.

-¿Te invito a cenar y esto es lo mejor que se te ocurre? Conozco mil restaurantes en esta ciudad, ¿por qué aquí?

-Simple, tengo hambre.

Ríe y me revuelve el pelo. Me cede el paso abriendo la puerta. Tras pedir nos sentamos en una mesa con nuestra comida.

-Bueno, cuéntame, ¿qué tal por Madrid?, llevas tres días sin venir al gym.

-Estos días he acabado a las mil y me daba pereza.

-Te estás perdiendo a Alex, sus clases de baile son la leche.

-¿Alex?

-Es un amigo mío. Es bailarín y le he ofrecido venirse unas semanas aquí a dar clase. Tiene mas fans que tu ex y su grupo, medio gimnasio babea por él.

No te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora