No te enamores

Su alegría....

-¡¡¡Mexicooooo!!!, ¡¡¿de verdaaaaad?!!

El despacho de Javier se llena de gritos, saltos y mucha, mucha alegría. Los cinco se abrazan incrédulos después de la noticia que les acaba de dar. Su tercer disco se lanzará en México. Cruzarán el charco y eso es un paso muy grande en su carrera. Javier se acerca a mí mientras ellos no dejan de chillar.

-Eso te incluye, tienes que ir con ellos.

-¿Yooo?

No se si reír o llorar. Pero están tan contentos que me uno a su locura y les abrazo para celebrarlo. Es tan bonito ver esas lágrimas de emoción....

Álvaro guarda las distancias y lo prefiero. Tampoco hago nada por acercarme a él y como están tan eufóricos ninguno se da cuenta. Eso sí, su mirada me da escalofríos. Me hace sentir como si le hubiera engañado y que yo sepa, a la única que he fallado es a mí misma, a mi promesa de alejar a Dean de mi vida para siempre.

Javier les explica que irán cuatro o cinco días en agosto a hacer promoción y que todavía quedan muchas cosas por cerrar, pero que estén preparados. Están tan contentos que le cuesta un mundo que se tranquilicen y se sienten para poder explicárselo todo despacio y con detalle. Tras más de dos horas de reunión estoy desesperada por salir de aquí, Álvaro me está desquiciando. ¿Por qué me hace pensar que he hecho algo malo?

Cuando ya son casi la una de la tarde salimos tras despedirse de todos y cada uno con los que se encuentran. Verles así, aunque les conozca poco, me da felicidad. En la calle espera Celia a la que Álvaro abraza y da mil vueltas en el aire a dos palmos de mi cara.

-¡Álvaro sueltame! -ríe-, ¡estamos en plena calle!

-¿Y? -responde dejándola en el suelo sin dejar de abrazarla-. Te quiero y no me importa que se entere todo el mundo.

Mientras dice eso no la mira a ella, no, me mira a mí. Como si quisiera castigarme con sus palabras. Finjo indiferencia pero me duele. No porque la quiera a ella, sino por la forma en que lo ha dicho. ¿Por qué me mira?

Celia se da la vuelta y se tira a mis brazos.

-¡¡¿Te lo puedes creer?!!, ¡Os vais a México!, ¿no estás contenta?

-Creo que todavía no lo he asimilado -río-, necesito un poco de tiempo.

Decidimos, mejor dicho deciden celebrarlo durante la comida y qué mejor que en un mexicano. Intento escabullirme, preferiría no tener que verle la cara a Álvaro en este momento, pero Carlos y David se cuelgan cada uno de uno de mis brazos y no me lo permiten. A la entrada del restaurante consigo que me suelten y llamo a Andrea, pero para variar no me lo coge. Mensajito que le cae.

"Tengo mil cosas que contarte. Llámame. Sólo te adelanto una cosa....México"

No pienso decirle lo que pasó ni con Álvaro ni con Dean. No de momento. Bastante tengo yo con mi conciencia como para escucharla. Durante la comida corre el tequila y me olvido por un rato de todo y disfruto. Carlos es súper divertido y junto con David y Dani nos hacen reír continuamente. Blas es la ternura en persona. Sólo con sus gestos dan ganas de abrazarlo para siempre, como esos peluches enormes a los que no te puedes resistir. Álvaro se entretiene comiéndole la boca a Celia mientras me lanza miraditas. Me importa una mierda o eso le hago entender. ¡Que rabia me da que se crea con derecho a ofenderse por lo de Dean! Y más que intente martirizarme por ello.

Cuando quizá llevamos demasiado tequila para la hora que es en el cuerpo decido marcharme a casa. Me despido de todos e insisto para que sigan con la juerga pero sin pasarse, mañana es día de concierto. Celia promete llamarme más tarde y tras abrazarme a ella y a Blas, Dani, Carlos y David me dispongo a marcharme.