Capítulo #39

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Advertencia: incluye contenido +21

Jennie caminó por el pasillo con nervios, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Llegó a la puerta de la oficina de Lisa y respiró profundo, preparándose para la conversación que sabía sería difícil.

Con una mano temblorosa, Jennie giró el picaporte y empujó la puerta. Al entrar, su mirada se dirigió hacia la figura de Lisa, sentada en su silla, pero...

Lo que vio la dejó sin aliento.

Lisa estaba sentada sin saco, sin blusa, solo con un sostén que apenas cubría su pecho. Su rostro estaba lleno de dolor y sufrimiento, y su cuerpo parecía relajado, como si estuviera bajo algún tipo de tratamiento.

Pero lo que realmente llamó la atención de Jennie fue la figura de Tzuyu, que estaba sentada junto a Lisa, con una botella de aceite en la mano. Estaba sobando el hombro derecho de Lisa con suavidad, y su mirada estaba concentrada en el rostro de la rubia.

Jennie se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Su mente se llenó de pensamientos confusos y dolorosos. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Tzuyu estaba tocando a Lisa de esa manera?

La escena era tan intensa que Jennie se sintió incapaz de moverse o hablar. Se quedó paralizada en la puerta, observando la escena con horror y confusión.

Lisa, ajena a la presencia de Jennie, cerró los ojos y se relajó aún más en la silla, mientras Tzuyu continuaba sobando su hombro con suavidad.

Jennie se sintió como si estuviera viviendo una pesadilla. Su corazón se rompió en mil pedazos al ver a la persona que amaba en una situación tan íntima con alguien más.

Lisa levantó la mirada, y sus ojos se encontraron con los de Jennie, que estaba paralizada en la puerta. La expresión de Lisa cambió instantáneamente de relajación a sorpresa y luego a pánico.

— Ruby... — tartamudeó Lisa, mientras se alejaba rápidamente de Tzuyu.

Tzuyu se quedó sentada, con las manos aún llenas de aceite, mirando a Jennie con una expresión de sorpresa y confusión. Su mirada se desplazó hacia Lisa, y luego de nuevo hacia Jennie, como si intentara entender lo que estaba sucediendo.

— Ruby, esto no es lo que parece... — comenzó a decir Lisa, pero su voz se apagó al ver la expresión de dolor y traición en el rostro de Jennie.

Jennie no podía hablar. Su garganta estaba cerrada, y su corazón latía con fuerza en su pecho. Se sentía como si hubiera sido golpeada en el estómago.

Tzuyu se puso de pie, aún con las manos llenas de aceite, y se acercó a Lisa.

— ¿Estás bien? — le preguntó en voz baja.

Lisa asintió, aún mirando a Jennie con una expresión de súplica.

— Lo siento, Jennie. Por favor, escúchame... — dijo Lisa, dando un paso hacia Jennie.

Pero Jennie se alejó, retrocediendo hacia la puerta. No podía escuchar nada en ese momento. Solo podía sentir el dolor y la sorpresa que la consumían.

Lisa se levantó corriendo y la tomó del brazo. — No te vayas.

Jennie se detuvo, sintiendo la mano de Lisa en su brazo. Se volvió hacia ella, con una mirada llena de dolor y traición.

— ¿Por qué no debería irme? — preguntó Jennie, su voz temblando de emoción.

Lisa la miró con ojos suplicantes.

— Porque necesito explicarte lo que está pasando — dijo Lisa, su voz llena de desesperación. — Esto no es lo que parece.

Jennie se soltó del brazo de Lisa, retrocediendo un paso.

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