El día pasó tan rápido, la noche llegó y Lisa ya estaba de regreso a New York.
No le avisó a Jennie que había regresado, al contrario, pasó a comprar unas flores y pidió Uber a su hogar.
Lisa llegó a su departamento con las flores en mano, y sonriendo para sí misma. Se sentía emocionada de sorprender a Jennie. Cuando llegó al departamento, abrió la puerta y entró suavemente.
En la cocina podía oír ruido. Sonrió lentamente y se acercó sigilosamente. Sin decir nada, logró ver a Jennie cocinando un platillo coreano.
Lisa sonrió y se recargó en la pared. La modelo estaba tan concentrada cocinando que no se dió cuenta de la presencia de alguien más.
— Mi chiquita, ya estoy aquí. — rompió el silencio, sus manos sujetando el ramos de flores con cariño.
Jennie se sorprendió y se volvió hacia Lisa, una sonrisa radiante en su rostro.
— ¡Lisa! ¡Ya estás de regreso! — Jennie dejó el cuchillo y corrió hacia Lisa, abrazándola fuertemente.
Lisa sonrió y la abrazó también, sintiendo el calor y la felicidad de estar de nuevo con su amada.
— Te extrañé tanto — dijo Lisa, enterrando su cara en el cuello de Jennie.
Jennie se rió y la besó en la mejilla.
— Yo también te extrañé. ¿Qué son las flores? ¿Me las trajiste?
Lisa asintió, sonriendo.
— Sí, quería sorprenderte. ¿Qué estabas cocinando?
Jennie se volvió hacia la cocina.— Bulgogi. Quería sorprenderte también.
Lisa se sintió conmovida por el gesto de Jennie.
— Eres la mejor — dijo Lisa, besando a Jennie suavemente en los labios.
La cocina se llenó de amor y calor, mientras las dos mujeres se reencontraban después de la separación.
— Eres modelo, cocinera, el amor de vida. ¿Qué más sabes hacer, eh? — preguntó Lisa al besar su nariz.
Jennie se rió y sonrojó ligeramente.
— Creo que soy bastante versátil — dijo Jennie, sonriendo coqueta. — Pero creo que mi habilidad más importante es hacer feliz a la mujer que amo.
Lisa sonrió y la besó de nuevo.
— Eso es definitivamente tu mayor talento — dijo Lisa. — Me haces sentir tan amada y especial.
Jennie abrazó a Lisa fuertemente.
— Eso es porque te amo y eres especial, Lisa. Eres la razón por la que vivo.
— Cocinaste para mí. — Sonrió Lisa. — No hay prueba de amor más grande que la comida. — bromeó Lisa entregándole las flores a Jennie.
Jennie se rió y aceptó las flores, oliéndolas con una sonrisa.
— Eres tan dulce, Lisa — dijo Jennie, besando suavemente las flores. — Me encantan las flores, pero lo que realmente me hace feliz es verte sonreír.
Lisa se acercó y la abrazó, enterrando su cara en el cuello de Jennie.
— Te amo — susurró Lisa.
Jennie la abrazó también, sintiendo el calor y la conexión entre ellas.
— Te amo también, Lisa — respondió Jennie. — ¿Quieres cenar ahora? El bulgogi está listo.
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La propuesta.
Storie d'amoreLa familia Brüschweiler siempre priorizó el trabajo y la empresa. Sin embargo, Lisa seguía sus propios planes. Después de la muerte de su padre, decide tomar medidas drásticas para asegurar su posición, incluyendo casarse con una prometida que ni co...