La propuesta.

Capítulo #34

Advertencia: incluye contenido +21

La habitación de Lisa estaba envuelta en un silencio tenue, como si el mundo exterior hubiera sido olvidado. Las cortinas cerradas filtraban la luz del amanecer, proyectando un resplandor suave y cálido sobre la cama. En contraste, la ciudad de Nueva York despertaba fuera, con el ruido lejano de los coches y el bullicio de la multitud, pero dentro de aquel espacio, todo era calma.

Jennie se despertó lentamente, sintiendo el calor del cuerpo de Lisa pegado al suyo. Estaban abrazadas, piel contra piel, después de una noche llena de pasión. La reconciliación había sido intensa, y su amor había explotado en una explosión de emociones y deseos.

Jennie abrió los ojos y miró a Lisa, que dormía
Mientras se estiraba, sintió la suavidad de la piel de Lisa contra la suya. No había nada entre ellas, solo su calor y su amor. La habitación estaba llena de un aroma a perfume y a sudor, un recordatorio de la noche anterior.

Jennie se quedó inmóvil por un momento, disfrutando del calor y la proximidad de Lisa. Luego, con movimientos suaves y delicados, comenzó a acariciar la piel del brazo de Lisa con sus dedos.

Sus dedos trazaron un camino lento y sensual desde el hombro hasta la muñeca, siguiendo la curva natural del brazo. La piel de Lisa era suave como la seda, y Jennie se maravilló de la belleza de su cuerpo.

Mientras acariciaba el brazo de Lisa, Jennie sintió una oleada de amor y ternura. Recordó los momentos intensos de la noche anterior, cuando su pasión había explotado en una explosión de emociones y deseos. Pero en ese momento, solo quería disfrutar de la tranquilidad y la intimidad de estar cerca de Lisa.

Lisa, aún dormida, se movió ligeramente, como si estuviera respondiendo al toque de Jennie. Su mano se cerró sobre la de Jennie, y Jennie sonrió, sintiendo la conexión entre ellas.

Jennie continuó acariciando el brazo de Lisa, explorando cada curva y contorno. Su toque era suave y gentil, como si no quisiera despertar a Lisa de su sueño. Pero en realidad, Jennie sabía que Lisa podría dormir para siempre, y ella seguiría acariciándola, disfrutando de la proximidad y el amor que compartían.

La habitación permanecía en silencio, con solo el sonido de la respiración suave de Lisa y el latido del corazón de Jennie. El mundo exterior parecía haber desaparecido, y solo quedaba el amor y la conexión entre ellas.

Jennie observaba la piel de Lisa con una mezcla de admiración y ternura. La luz suave de la habitación destacaba la belleza de su cuerpo, y Jennie se sintió atraída por la suavidad de su piel.

Mientras miraba, sus ojos se detuvieron en algunas marcas que ella misma había provocado. Una mordida en el hombro, otra en la clavícula... Jennie sonrió, recordando la intensidad de su encuentro. Habían perdido el control, y su pasión había explotado en una explosión de emociones y deseos.

Pero mientras miraba esas marcas, Jennie se sintió invadida por una sensación de inseguridad. Bambam, el primo de Lisa, había sembrado dudas en su mente. Le había recordado cómo era Lisa antes de ella, cómo había sido su vida sin Jennie. La coreana se preguntó si realmente conocía a Lisa, si realmente era parte de su vida.

Se mantuvo reflexiva, su mirada aún fija en la piel de Lisa. Se preguntó si había sido lo suficientemente buena para ella, si había sido capaz de hacerla feliz. La voz de Bambam resonaba en su mente, recordándole que Lisa había cambiado desde que estaba con ella.

La coreana se sintió vulnerable, como si su amor por Lisa estuviera en peligro. Se preguntó si estaba perdiendo a Lisa, si estaba perdiendo su conexión. La habitación, que antes había sido un refugio de amor y intimidad, ahora parecía un lugar de dudas y temores.