El cielo estaba completamente gris, sin un solo rayo de sol que intentara atravesar la densa capa de nubes.
La fría brisa de otoño bañaba la ventana, haciendo que el cristal se empañara ligeramente. Lisa se mantenía mirando hacia afuera, perdida en sus pensamientos, mientras la lluvia empezaba a golpear la ciudad con gotas suaves pero insistentes.
La tristeza se reflejaba en su rostro, como si el cielo gris fuera un espejo de su alma. Sus ojos, normalmente brillantes y llenos de astucia, ahora parecían apagados y distantes. La lluvia parecía ser la banda sonora perfecta para su estado de ánimo, una melancolía que se había apoderado de ella.
Era un contraste brutal, en su mesa yacía una botella de champagne recién desatada. La copa de la que había bebido, se esparcía en miles de fragmentos en el suelo.
El contraste entre la tristeza que reflejaba su rostro y la botella de champagne destapada en su mesa era impactante. La lluvia golpeaba la ciudad con una melancolía que parecía reflejar el estado de ánimo de Lisa. Sus ojos, normalmente brillantes y llenos de astucia, ahora parecían apagados y distantes, como si estuvieran mirando hacia adentro, hacia un abismo de tristeza y confusión.
La copa rota en el suelo parecía ser un símbolo de la fragilidad de su estado emocional. Y en medio de todo esto, Marco, su hermano mayor, le había dado una noticia que parecía cambiarle la vida para siempre. Pero Lisa no reaccionaba, estaba en shock, como si no pudiera procesar lo que acababa de escuchar.
La habitación parecía estar en silencio, solo el sonido de la lluvia y la respiración lenta de Lisa rompían el silencio. Era como si el tiempo se hubiera detenido, y todo lo que importaba en ese momento era la noticia que Marco le había dado. La tristeza y la confusión se reflejaban en el rostro de Lisa, y la lluvia parecía ser la única que entendía su dolor.
La voz de Marco sonaba dura y juzgante, pero las palabras que siguen hacen que el mundo de Lisa se detenga por completo.
— Lisa, ¿en dónde estás? — preguntó Marco con una mezcla de preocupación y enojo.
— Sigo en Suiza — respondió Lisa con una voz neutra.
— Te dije que tenías que volver — insistió Marco con un tono de reproche.
— Estaba ocupada — la rubia se justificaba con un deje de sarcasmo. — Recién conseguí la firma que te hizo falta. De nada por cierto.
Pero Marco no se detuvo en la ironía de Lisa. Su voz se volvió seria y sombría. — Eso no es importante ahora, Lisa. Papá ha muerto.
Las palabras de Marco cayeron como un balde de agua helada . Parecía que el suelo se hubiera abierto bajo sus pies. La habitación comenzaba a dar vueltas y la lluvia fuera parecía aumentar su intensidad. La tristeza y la confusión que ya sentía Lisa se convirtió en shock y dolor.
— No puede ser... — repetía la rubia como si negando la realidad pudiera cambiarla.
— Tenías que regresar está mañana — comentó Marco con una tristeza que se podía sentir a través del teléfono.
La noticia fue demasiado para procesar. — Me dijiste que estaba bien — respondió acusando a Marco de no haberle dicho la verdad.
La lluvia sigue golpeando con rudeza, pero Lisa ya no la escucha. Solo escucha la voz de Marco, que parecía estar hablando desde muy lejos. La tristeza y el dolor se apoderaron de ella, se sentía como si estuviera perdiendo el control.
— Lo estaba. Anoche hablamos, él estaba entusiasmado de verte — la voz de su hermano comenzaba a romperse por la crueldad del momento. La idea de que su padre estuviera entusiasmado de verla, y que ahora ya no estará, era una crudeza de dolor. La culpa y el arrepentimiento comienzan a surgir en su interior. La lluvia sigue cayendo, pero Lisa ya no la escucha. Solo escucha la voz de Marco, que le trae recuerdos y emociones que ella no puede manejar. La tristeza y el dolor se apoderan de ella, parecía que perdería el control. — Lamento decírtelo de esta manera, pero tenías que saberlo — dice Marco, con una voz llena de tristeza y compasión. — La tía Chaerin lo velará está noche, mamá no tiene cabeza para hacerlo — continúa Marco. — Aún que te esfuerces, no podrás llegar, mañana vamos a enterrar a papá. Consigue un vuelo de regreso, Lisa.
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La propuesta.
RomanceLa familia Brüschweiler siempre priorizó el trabajo y la empresa. Sin embargo, Lisa seguía sus propios planes. Después de la muerte de su padre, decide tomar medidas drásticas para asegurar su posición, incluyendo casarse con una prometida que ni co...