Capítulo #28

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Jennie bajó del asiento trasero del auto, estirando sus piernas esbeltas después del viaje en avión y luego en coche. La ciudad de Londres se extendía ante ella, envuelta en una niebla densa y oscura, como si estuviera dormida. Las luces de los faroles de la calle brillaban débilmente, iluminando la calzada vacía.

Eran las 5 de la mañana, y la ciudad aún no se había despertado. El aire estaba fresco y húmedo, con un toque de niebla que hacía que todo pareciera irreal. Jennie respiró profundamente, sintiendo el cambio de clima después del calor de Nueva York.

Detrás de ella, Lisa bajó del auto con movimientos suaves y silenciosos. Su mirada parecía perdida en pensamientos lejanos, como si estuviera ausente de la realidad. Jennie notó que Lisa parecía distante desde que habían bajado del avión, pero no dijo nada.

Al bajar del auto, Lisa se acercó a Jennie y, con suavidad, tomó su vientre con la palma de su mano. Fue un gesto casi imperceptible, como una caricia lejana. Jennie sintió un escalofrío en su piel, pero no se movió. La conexión entre ellas era palpable, incluso en ese momento de quietud.

— ¿Estás bien? — preguntó Jennie, mirando a Lisa con preocupación.

Lisa asintió, sin decir nada. Su mirada se encontró con la de Jennie, y por un instante, pareció volver a la realidad.

El hotel era un edificio imponente de piedra blanca, con una fachada elegante y sofisticada que parecía pertenecer a otra época. Las ventanas altas y estrechas reflejaban la luz tenue del amanecer, y la entrada principal estaba flanqueada por dos columnas de mármol que parecían guardianes silenciosos.

Jennie y Lisa se dirigieron hacia la entrada, donde Alisson las esperaba.

— Jennie, necesito confirmar algunos detalles para hoy — dijo Alisson, acercándose a ella —. La sesión de fotos será en el estudio de la planta superior, y el equipo de maquillaje y peluquería estará listo a las 9 am.

Mientras Alisson hablaba, Lisa se acercó a Jennie y, sin decir una palabra, tomó su vientre con suavidad. Se pegó a ella, dejando un beso suave en su cuello. Jennie sintió un escalofrío en su piel, pero Lisa parecía ausente, perdida en sus pensamientos.

— ¿Entendido? — preguntó Alisson, mirando solo a Jennie.

Jennie asintió, sonriendo débilmente —. Sí, entendido. Gracias, Alisson.

Alisson sonrió y se despidió —. Bien, entonces te dejo para que te prepares. Te veré en el estudio a las 9 am.

Lisa se apretó más contra Jennie, sin decir una palabra. Jennie la rodeó con su brazo, sintiendo su calor y su cercanía.

Lisa se alejó de Jennie, rompiendo el contacto físico que habían mantenido hasta ese momento. Se dirigió hacia el auto, donde los guardaespaldas estaban esperando para ayudar con las maletas.

— Déjenme ayudar — dijo Lisa, acercándose a ellos.

Tomó una de las maletas y la pasó a uno de los guardaespaldas, que la recibió con un asentimiento de gratitud. Luego, se ocupó de otra maleta, llevándola hacia la entrada del hotel.

Jennie la observó, notando la eficiencia y la determinación en sus movimientos. A pesar de su ausencia mental, Lisa parecía estar en control de la situación.

Alisson se acercó a Jennie y le susurró —: "Lisa parece un poco distante hoy, ¿no?"

Jennie asintió, sin decir nada. Estaba preocupada por Lisa, pero no sabía qué estaba pasando.

Los guardaespaldas terminaron de bajar las maletas y se dirigieron hacia la entrada del hotel, seguidos por Lisa. Jennie las siguió, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación.

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