Capítulo 3

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Nacimiento 


- Y bien Jennifer, me dirás que es lo que escondes detrás de ti,- me preguntó mi tía.

- Eh..., nada tía,- dije algo nerviosa.

- Cariño, sé que no he pasado el mayor tiempo contigo, pero soy tu tía y junto a Lupe he cuidado de ti desde hace ocho años y sé cuándo estás mintiendo,- me dijo mi tía, y eso es cierto, soy muy mala mintiendo.

- Tía enserio, no pasa nada,- le dije para que no se preocupara ni preguntara más.

- Jennifer puedes confiar en mí, cualquier cosa que te suceda yo lo voy a entender,- me dijo mientras me sonreía.

Ya resignada decidí mostrarle la prueba de embarazo a mi tía, la saque y pude ver como ella se tensó y se acercó a mí para tomar la prueba de embarazo en su manos y poder verla mejor.

- Oh cariño,- me dijo.

- Tía yo,- y la verdad no sabía qué decir, porque yo tuve la culpa por no saber cuidarme.

- No te preocupes Jennifer, sólo dime una cosa,- me dijo y me sorprendí, mi tía era más asombrosa de lo que pensaba.

- Claro, dígame,- le dije.

- Fue a la fuerza,- me pregunto y pude notar preocupación en sus ojos.

- No,- dije bajando la vista.

- Por qué nunca lo has traído a casa querida,- me preguntó sentándose a mi lado.

- Es que nunca estabas en casa tía,- le dije.

- Lo sé pequeña y discúlpame por eso, sé que esto es mi culpa,- dijo ella refiriéndose a la prueba.

- No tía eso no es tu culpa, es mía por no saber cuidarme,- le dije.

- No querida la culpa es mía por no saber orientarte,- dijo y empezó a llorar.

- Tía lo siento, tú no tienes la culpa, y sé que tener un bebé a esta edad no es bueno, ni para mí ni para él bebe, tampoco para ti por las críticas,- le dije.

- Que, no Jennifer a mí no me importan las críticas, me importas tú, tu bienestar,- me dijo y pude notar que hablaba enserio.

- Lo se tía,- le dije, y la verdad me sentía avergonzada.

- Necesito conocer al chico, cuál es su nombre,- me pregunto.

- Eduardo, Eduardo Russo,- le dije.

- Bien, necesito que lo llames y le digas que venga a la cena,- me dijo levantándose de la cama.

- No es tan necesario,- le dije porque cuando mi tía se propone ser dura, estricta y sobre protectora se lo propone.

- Si es necesario Jennifer, tú tendrás un hijo suyo y tú no lo criaras sola,- me dijo.

- Si, lo sé,- le dije.

- No Jennifer, tu no lo sabes ni lo entiendes, tu eres una nena, apenas cumples dieciséis años hoy y me dices que estás embarazada, pero tú que pensabas, es que yo no te di la educación necesaria para que tomarás decisiones inteligentes en tu vida, es que acaso Lupe no supo darte la educación necesaria, es que acaso no queda nada de lo que tus padres inculcaron en ti,- me dijo gritando y alterada.

- No hables de ellos tía,- le dije porque hablar de ellos me duele.

- Debo de hacerlo Jennifer, tu eres su hija, o crees que ellos se sentirán orgullosos por lo que has hecho, Dios Jennifer es que tú no tenías la confianza necesaria como para preguntarme sobre el sexo, o cómo protegerte, Jennifer yo no soy tu madre pero llevo ocho años tratando de ser una para ti y tu me sales con esto,- me dijo y no pude evitar sentirme mal y empecé a llorar.

MY LIFE, MY STORY, MY PASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora