MY LIFE, MY STORY, MY PAST

Capítulo 53

Iremos De Viaje

~Kyle

Al despertar me sentía mal, mi cuerpo me dolía un poco, mi cabeza también y me dolía la garganta.

- ¡Rayos!, me dará gripa, -dije mientras me estrujaba los ojos y en efecto era gripa, porque mi voz se escuchaba algo áspera.

Me quite toda la sábana de encima y me levanté de la cama dirigiéndome al cuarto de baño, ya dentro me percate de lo rojiza que estaba mi cara.

Así que me desvestí y tome una ducha algo larga, luego de salir del baño me sentía un poco mejor, me acerque al ropero y decidí ponerme algo cómodo y escogí una blusa algo holgada y unos pantalones de tela no muy gruesa y los coloque en la cama, me coloque la ropa interior y luego la ropa, ya lista tome una liga y me hice una coleta de caballo.

Es raro como cada una de la ropa en aquel armario sea de mi talla, pensé para mi.

Luego de acabar me senté en la cama a esperar que abrieran la puerta para ir a desayunar, hoy tengo mucha hambre.

¿Nunca se han sentido como si estuvieran en una prisión?

Porque yo si me siento así estando en esta casa, por ejemplo;

Aparte de que estoy aquí contra mi voluntad, estoy encerrada aquí dos veces básicamente, porque aparte de que tampoco me dejan salir de la casa me tienen encerrada en la recámara y me hace sentir claustrofobia, jamás me he sentido amenazante por los espacios pequeños, pero estar encerrada aquí te hace ver las cosas de otra manera, o sea, no entiendo que mierda hago aquí, no le benefició a Hudson en nada y dudo que si se trata de un secuestro ( que es como en verdad me siento) pidieran rescate por mi, o sea Hudson es millonario, para que querría dinero.

- Es estúpido, -dije para mi en voz alta, pero fui callada cuando la puerta de la recámara se abrió.

- El señor Hudson quiere que baje a desayunar, -dijo la señora de servicio.

- Lo hubiera hecho hace rato, pero estaba encerrada, -dije con enfado en mi voz, en cambio ella me dio una media sonrisa y salió de mi campo de visión.

Así que no tuve más remedio que salir detrás de ella, la alcance cuando se encontraba bajando las escaleras y la seguí en silencio.

- Russo, -me llamo Hudson cuando iba a entrar a la cocina donde suelo comer junto a los empleados.

- Si, -dije cuando entré a su muy lujoso comedor, era bellísimo y un muy exagerado comedor para dos personas.

- Al terminar de desayunar quiero que nos esperes en la sala de estar, -dijo el sin quitar la vista de su plato, en cambio su hijo no dejaba de mirarme mientras me daba una media sonrisa.

- De acuerdo, -le dije.

- Puedes retirarte, -dijo Hudson.

Espera, PERDÓN, como se le ocurre tratarme así, ni que fuera una de sus empleadas, pensé para mi, pero aún como mi furia salí de ese comedor y me fui a la cocina junto con las demás personas de servicio a desayunar.

Al entrar a la cocina me senté en mi lugar como siempre y empece a comer unos panqueques muy deliciosos que habían preparado, ya cuando termine lleve los platos al lavado y me fui a la sala de estar donde debería esperar a los Hudson.

Me quedé de pie en mi lugar por unos veinte minutos y cuando pensé que no vendrían e iba a desaparecer ellos aparecieron con dos Ramos de rosas muy hermosas, uno de color blanco y otro de color rojo.