MY LIFE, MY STORY, MY PAST

Capítulo 50

¡Kyle!

~Derek

- DEREK, BAJA UN MOMENTO POR FAVOR, -grito mi madre desde la cocina, así que dejé de lado el control del video juego y me dirigí hacia la cocina.

Donde se encontraban Mónica y mi madre platicando mientras tomaban té.

- Para que me necesitabas, -le pregunte llamando la atención de mi madre.

- Queríamos decirte que mañana llevarás a Ángel a su primera clase de ballet, -dijo Mónica sonriendo.

- Que, -dije mientras la miraba mejor.

- Oh vamos Derek, no haces nada como para no poder llevar a la niña a su clase, -dijo mi madre.

- No iré, lo siento, -le dije alzando las manos en forma de sentencia.

- Por que no, -me pregunto Mónica.

- Porque mañana saldré con Chase, lo había dicho cuando llegue hace un momento del colegio, -le dije.

- No puedes apartar con Chase otro día, -me pregunto Mónica.

- No, -le dije y Mónica dio un suspiro mirando su taza de té ya vacía.

- Esta bien, -me dijo.

- Me encantaría llevar a Ángel al ballet, pero ya le había prometido a Chase ir con el, -le dije para que entiendan.

- Igual te lo agradezco, veré si Alan lo puede hacer, -dijo Mónica.

- El no puede, al menos no quedarse hasta que la sesión termine, -dijo mi madre.

- Cuando termina su sesión, -le pregunte.

- A las cinco con treinta minutos, trabajo hasta las siete de la noche por eso no puedo ni llevarla ni recogerla, y Thomas está de viaje, -dijo Mónica.

- Yo iré con Chase al medio día, puedo recogerla, -le dije.

- Enserio, -me pregunto.

- Si, Alan puede llevarla y yo recogerla, -le dije.

- De acuerdo, entonces le avisaremos a Alan para que la lleve, gracia cariño, -dijo mi madre.

- De nada, -dije mientras tomaba el plato de galletas con chispas con chocolate.

- Hey, eso es nuestro, -dijo Mónica.

- Era, -dije saliendo de la cocina para irme jugar.

Tome una galleta y me la lleve a la boca mientras tomaba asiento en el sillón y tomaba el control y proseguía con mi juego.

Quince veces, quince veces es la cantidad de veces que he terminado este juego, y aunque es aburrido porque se cual es la jugada, los movimientos, todo, lo sigo jugando, aunque pensándolo bien ya es muy aburrido, así que me harté y tiré el control a un lado del sofá mientras terminaba de devorar mis galletas.

- Hola pequeño, -dijo mi padre entrando a la sala mientras me alborotaba el cabello.

- Hola papá, -le dije sonriendo.

- Que tal la escuela, -me pregunto.

- Todo bien, -le dije sentándome mejor en el sillón.

- Que bueno, y has sabido algo de mi pequeña, -me pregunto mi padre mientras me prestaba atención.

- No mucho, Carlos y Jordán aún siguen en Denver y por lo que me contaron no han encontrado mucho rastro de ella, -le dije.

- Espero que esto ya acabe y podamos dar con ella rápido, -dijo mi padre.