MY LIFE, MY STORY, MY PAST

Capítulo 8

La Boda Parte I

Jennifer

Me encontraba en el consultorio de Daniel, estábamos esperando los resultado que hace unas horas me hicieron, ayer fue un día agitado y muy agobiador, después de que Michael me dijo que me sangraba la nariz me puse pálida y decidí limpiarla rápidamente antes de que las niñas me vean y por la reacción Michael, Daniel y yo tuvimos que hablarle acerca de mi enfermedad y de que la habíamos combatido, pero que si el sangrado nasal haya vuelto eso quiere decir que las secuelas de aquella enfermedad no desaparesió del todo.

Yo me siento frustrada, de sólo pensar en lo difícil que fue para mi sobrellevar aquella enfermedad me paraliza el corazón, esto es demasiado para mi, ya no podría seguir luchando con esto, esta enfermedad es una maldición, yo se que Daniel me advirtió sobre esta enfermedad, yo se que no tiene cura si se trata de una anemia aplasia avanzada, pero cuando recibí aquel trasplante Daniel me dijo que le habíamos ganado a la enfermedad, que con el tratamiento lograríamos quitar las secuelas de la enfermedad, y se que también que me dijo que podría haber una posibilidad de un cincuenta o sesenta por ciento de que aquella enfermedad regresara.

Pero, por que ahora, por que ahora cuando tengo una familia, por que ahora cuando me voy a casar, por que ahora cuando mi Kyle tiene ocho años, yo ya no podría cuidar de ella, la enfermedad no me dejaría fuerzas, no me dejaría ánimos porque se que voy a volver a tomar el tratamiento, y la quimioterapia me dejaba sin ánimos para hacerme cargo de Kyle cuando ella estaba más pequeña, sólo espero que podamos combatir esta enfermedad de nuevo y si por algún caso de la vida eso no sucede, sólo espero poder cuidar de mi hija por más tiempo, y poder despedirme de ellos de una buena manera antes que la enfermedad acabe conmigo, también tendré que despedirme de mi nana Lupe y de mi tía Martina, tanto tiempo sin verla y tanto tiempo sin saber de ella, creo que lo mejor sería contarle sobre el regreso de mi enfermedad personalmente y no vía telefónica, además la extraño mucho, y más ahora, ella es una madre para mi y quiero estar con ella antes de que me pase algo.

- Ya tengo los resultados Doctor, -dijo una enfermera entrando al consultorio.

- A ver, -dijo Daniel mientras tomaba los resultados en sus manos.

No pude evitar unas lágrimas traviesas que rozaron mis mejillas mientras Daniel revisaba los papeles, me pare y me dirigí a aquel ventanal que está en el consultorio que da una vista excelente de Los Ángeles.

Como es posible que yo valla a morir tan joven, no se exactamente que dicen los resultados porque Daniel aún sigue revisandolo , pero se que en algún lugar de esos papeles dice que esa enfermedad regresó, y no se que hacer, pensar que en cualquier minuto, cualquier hora, cualquier día yo ya no estaré en este mundo, que en cualquier minuto yo ya no podré despertar me aterra, de sólo pensar que dejare sola a mi hija me parte el corazón.

En este mismo momento se la angustia, el miedo y la incertidumbre que sintió mi madre al saber que iba a morir e iba a dejarme sola, de sólo pensar en eso me atormente más de lo que ya estoy y se que en cualquier minuto Daniel se levantará de aquel escritorio y me dirá lo que me resta de vida.

Que ironía de la vida, yo voy a pasar lo mismo que vivió mi mama, una enfermedad mortal que no me dejara tener más hijos y que me obligara a abandonar lo más preciado que tengo en este mundo, mi hija.

- Jennifer, -escuché que Daniel me llamaba, pero no le respondí, y sentí pasos detrás de mi, supongo que es Daniel.

- Amor, -dijo Daniel mientras me abrazaba por detrás.

- No me digas nada Daniel, -le dije a punto de partir en llanto.

- Lo siento cariño, -dijo el dándome la vuelta para poder abrazarme, y le correspondí al abrazo no sin antes derrumbarme y empezar a llorar, porque se que ese lo siento de Daniel es que algo esta mal, todo esta mal, ese lo siento sólo significa una cosa, y es que la enfermedad a vuelto.