Capítulo 33

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Mi Deber Es Cuidarte 


~Kyle

Ya ha pasado una semana desde aquel día, una semana después de lo que mi padre hizo, una semana de haberme convertido en una cómplice de un asesinato, exactamente una semana.

Mi relación con los Abadinghi va de maravilla, poco a poco los voy queriendo más y como no hacerlo si me han apoyado en todo, también me han dejado ver a mi padre y a mi hermana cuando yo quiera, cosa que me llena de mucha alegría. Aún nadie sabe lo que paso con aquella chica y mi padre, sólo Carlos y el me a prometido no contárselo a mi padre ni a mi hermana para protegerme.

Mi padre hace cinco días que se atrevió a venir a la casa de los Abadinghi y por un momento trate de llamar a Carlos, pero hubo algo que me detuvo hacerlo y fue precisamente lo me ayudo a alejarme de el y a tenerla a ella a salvó.

••Flashback••

Me encontraba en el jardín de el patio delantero ayudando a María con las cosas de jardinería, hace mucho que no lo hacía y volver hacerlo me llena de emoción porque me recuerda a cuando era niña y solía hacerlo.

- Buenos días señoritas, -dijo Nicolás el chofer refiriéndose a ambas.

- Buenos días Nicolás, -dijimos María y yo al unísono.

- No quisiera interrumpirlas en su labor de jardinería, pero me dieron órdenes para comunicarle señorita María, que los señores Abadinghi quieren que prepare la comida muy temprano ya que la señorita Mónica viene a visitarnos y viene junto a su esposo e hija, -dijo Nicolás.

- Bueno, entonces si es así me temo que debo ir a preparar la comida ya mismo, -dijo María alejándose de nosotros.

- Creo que iré adentro, -dije.

- Oh, casi lo olvido, afuera hay unos señores preguntando por usted, según me han informado es urgente verla, -dijo Nicolás mientras se dirigía al patio trasero junto con algunos trabajadores.

Así que decidí ir a ver quienes eran esos señores, ya que podrían ser Carlos, Jordán o papá, y al dirigirme al portón grande pude distinguir a los hombres de mi padre de espaldas.

"Pero que hacen ellos aquí", me pregunte a mi misma en voz baja.

- Buenos días, -dije llamando la atención de ambos.

- Su padre quiere verla, -dijo uno de ellos al momento de verme.

- Me temo que no se va poder, tengo cosas que hacer y mis padres no me dejarán salir, -les dije y en ese momento el vidrio de uno de los autos bajó para dejar ver a mi padre.

- Sólo entra al auto, quiero presentarte a alguien, -dijo el y yo salí de la casa y me acerqué al auto para poder entrar, ya dentro pude divisar a mi padre y a una niña pelirroja, ojos verdes claro, piel blanca, pecas en el rostro, pelo totalmente riso y muy hermosa, a de tener unos cinco o seis años.

Pero la pregunta es, ¿que hace papá con esta niña aquí?

- Y bien, -dije para que mi padre hablara.

- Debo confesar que no fue muy difícil encontrarla, -dijo mi padre.

- Encontrar a quien, -le pregunte.

- Encontrar a tu hermana, -dijo el mientras miraba a la niña que estaba jugueteando con su vestidito en forma de nerviosismo.

- Mi hermana, -dije ahora mirándola.

MY LIFE, MY STORY, MY PASTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora