El poder de la corona (👑#2)

Dos reinos, un destino

En Kethria, la reina Leigh-Anne autorizó la entrada de una pequeña unidad de soldados enviados desde Klaren. Tenían los uniformes de la antigua Fuerza Especial que ahora eran utilizados por los Élite, así que nadie vio nada extraño, los dejaron pasar sin poner excusas.

Claro que, una vez que la unidad no se reportó después de horas, y el prisionero más valioso para la corona desapareció junto con ellos sin dejar rastro, no hubo duda sobre lo que había pasado. La supuesta unidad de Klaren no era más que rebeldes que se habían infiltrado para liberar a Clover Casca.

Pero, ¿cómo habían conseguido los uniformes? Y aún más importante, ¿quién les había dicho dónde encontrarlo?

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Las tropas en Kaley y Krey guardaban un gran secreto desde hace tiempo.

Sus gobernantes habían estado protegiendo a los dos monarcas más buscados de los Trece Reinos.

El aire se había llenado de incertidumbre, pero también de una esperanza innegable.

La princesa de Kaley y el príncipe del reino hermano, Krey, habían estado en una reunión durante tres horas con algunas unidades de defensa de cualquiera de los Trece Reinos. Era un suceso que no tenía precedentes, pero las recientes medidas para mantener el orden implementadas por el rey Ernest.

Las cosas iban tan mal que la gente por fin se había cansado, de boca en boca había pasado el secreto: la supuesta muerte del príncipe Archer había sido una mentira.

Ahora que todos habían recuperado las fuerzas para luchar, el aire se habría impregnado de determinación. Los ocho reinos que se habían unido a la causa compartían el mismo objetivo.

Recuperar Klaren... y asesinar a Ernest Windrew.

—Archie, tienes que escuchar a Monna —habló Kristen, quien se había mantenido al margen de la conversación hasta ahora.

—Si intentamos entrar ahora sólo lograremos que mi padre responda agresivamente, la gente en Klaren seguirá pagando sus arrebatos, no estoy dispuesto a sacrificarlos más.

—Archie... —insistió la princesa—. Es el mejor momento para entrar, Klaren está vulnerable, todas las defensas están en el palacio, tenemos ocho reinos apoyándonos, podemos entrar fácilmente, la gente está bien protegida...

—¡Ya han sufrido demasiado! —explotó el príncipe por fin. Todos los presentes notaron la desesperación en su mirada—. No participaré en esta guerra de poderes si eso significa seguir perdiendo a mi gente. Esta conversación se acabó.

El silencio que siguió a su declaración fue abismal. Kristen observó a su hijo desde la esquina y consideró acercarse, pero sólo bastó mirar al chico castaño a su lado para saber que no era ella quien debía tener esa conversación.

—Habla con él — ordenó la reina en un susurro. Alec se sorprendió, pero asintió ligeramente antes de que todos los presentes abandonaran la sala. Kristen se limitó a pasar a un lado de Archie para apretar su mano ligeramente. Los ojos verdes del príncipe se clavaron en ella—. Piensa bien esto, cariño. Sabes bien que es el momento.

La puerta de la enorme sala se cerró, haciendo eco en las paredes metálicas. Archie suspiró, luego miró a Alec, quien permanecía sentado, mirándolo con una pequeña sonrisa.

—¿Tú no vas a intentar convencerme de atacar mi propio reino? —cuestionó el rubio en un murmullo.

Alec permaneció tranquilo, sólo observándolo por unos segundos. Luego, levantó una de sus manos hacia el príncipe.