Una alianza inquebrantable

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。 ₊°༺ A L E C ༻°₊ 。

Hay demasiadas cosas que nublan mi juicio últimamente.

Y aunque a veces todo pesa demasiado, Archie se encarga de mantenerme con los pies en el suelo. Es el único a quien he podido confesarle cómo me siento en realidad: como si el mundo se estuviera cayendo en pedazos.

Y es que en realidad sí es así.

No sé cómo es que logramos sobrevivir a todo lo que el destino puso en nuestro camino, ambos hemos estado cerca de morir en varias ocasiones, pero jamás dejamos de pensar en el otro.

Me queda claro que las cosas han cambiado entre nosotros, que ya no somos los mismos. Pero ahora he aceptado que eso no es malo, que sólo nos hizo más fuertes. Y que sin importar qué o quién se cruzó en nuestro camino e intentó separarnos, sólo logró unirnos aún más.

No voy a amar a nadie más como lo amo. Ni quiero hacerlo. Aquí es donde termina, no me interesa qué venga después, sé que será con él.

Yo le pertenezco a él y él a mí.

Podría quedarme una eternidad simplemente mirándolo, admirando cada gesto, ademán y movimiento que hace. Nunca me cree cuando le digo que es lo más precioso que mis ojos han visto, pero jamás le he mentido. Sus labios, sus ojos, su cabello, su perfecto perfil y su cuerpo entero me vuelven loco. No pasa un sólo día en el que no me deje completamente fascinado con su existencia.

—Oye, pervertido —susurra. Siento mis labios curvarse en una sonrisa cuando se acerca para plantarme un beso rápido en los labios—. Deja de mirarme así, estamos en público.

—¿Así cómo? —pregunto, haciéndome el desentendido y riendo cuando entrecierra los ojos. Luego, lo tomo desprevenido para acercarme a su oído y susurrar de nuevo—. Es tu culpa por ser tan lindo. Tenía tiempo sin verte con traje, y ahora solo quiero arrancártelo.

Él suelta una risita, su sonrisa se extiende por su rostro al mismo tiempo que su sonrojo.

—Descarado —responde, comprobando que nadie haya escuchado lo que le dije—. Tendrías que estar concentrado en tu gran noche.

—Siempre es una gran noche si la paso contigo —respondo. Archie retrocede y termina chocando con una puerta. Se ve tan tierno e indefenso—. Así que... ¿dónde piensas dormir?

Conozco esa expresión, y lo mucho que le gusta provocarme.

—He oído que los cuartos de invitados son bastante acogedores...

—Qué gracioso —mascullo, comprobando que nadie viene para abrir la puerta tras él y arrastrarlo dentro conmigo a lo que parece un clóset de suplementos de limpieza—. Tú no te quedarás en otra cama que no sea la mía, así tenga que atarte a ella.

Mis pensamientos se pierden en él, en cómo hemos llegado hasta aquí. Archie me devuelve a la realidad con un susurro y expresión divertida.

—¿Atarme a la cama? —cuestiona, levantando ambas cejas—. Qué atrevido, Alteza...

Su sonrisa me desarma cada vez. Le sonrío de vuelta, incapaz de contener el deseo de tenerlo más cerca.

—No es atrevimiento, es una promesa —respondo, rozando con los labios su mejilla para dejar un beso ahí mismo antes de alejarme un poco sin soltarlo.

Archie rueda los ojos, pero su sonrisa delata que está encantado.

—Entonces espero que cumplas tus promesas... mi futuro rey.

Lo miro a los ojos, ahora subiendo mis manos para sostener su rostro entre mis manos.

—Siempre lo haré —susurro, esperando que sepa que nada me hará romper este juramento—. Tú eres mi prioridad, sol. Hoy y siempre.

El poder de la corona (👑#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora