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Sostengo las copas entre mis manos, mientras avanzo hacia la mesa en la que Lili y Borja están sentados. Hoy el restaurante está a rebosar, y ni Mario, ni Paola ni yo hemos tenido ni un solo segundo para respirar en toda la noche.

Llevo el pelo largo recogido en una cola de caballo, como siempre. Porque si no la familia italiana mafiosa de Paola me hace picadillo para echárselo a los macarrones. Bueno, a la pasta, que si no se ofenden.

Adri iba a venir al principio con la parejita feliz, pero Plex está teniendo una noche de nervios antes del combate de la Velada y me ha avisado que se quedaba en casa con él. Por lo visto ni Mía, su novia, ni Jopa, han sido capaces de ayudarle.

No sé muy bien cuales de las habilidades de Adri van a ayudar al famoso, pero bueno, todo sea porque el día de mañana venza al mexicano.

—¿Estás bien?—Lili me mira de arriba abajo cuando dejo el vaso ancho sobre la mesa. Les he adornado la bebida con una sombrilla de playa, cómo las que ponen en los cócteles de los famosos.—Tienes cara de que necesitas seriamente un descanso.

—Creo que nunca he visto este sitio tan lleno, y eso que por culpa de Adri he venido ya unas cuantas veces.—bromea Borja.

—Estamos teniendo un día intenso.—sonrío, Mario pasa por nuestro lado con una bandeja llena de vasos vacíos y saluda a la pareja con un gesto con la mano. Jamás comprenderé su habilidad para hacer que no se le caiga todo, a mi me cuesta con un par de vasos sólo.—Me marcho, pero que sepáis que os estamos vigilando, no hagáis cosas sucias.

—ALEJANDRA.—mi amiga se pone colorada como un tomate, y aunque en otra ocasión me hubiera dado pena, en esta, se siente bien devolverle todas las que me ha hecho pasar con Adri.

Por mucho que hayan dado sus frutos y ahora seamos pareja oficial.

En realidad, si soy sincera, debería darle las gracias a Lili. Porque si ella no hubiera insistido en que quedara con él cuando teníamos quince años, tal vez ahora con veinte no me hubiesen asaltado los recuerdos de nosotros.

Ojalá hubiese grabado su reacción cuando le dije que éramos novios. Al principio puso cara de decepción, pero le duró un segundo hasta que empezó a chillar emocionada y a abrazarme. Y lo siguiente que hizo fue llamar a Paola para contárselo aunque estuviera en el restaurante y nos comiéramos una ristra de insultos en italiano. Y el siguiente en enterarse fue Borja, que no lo supo por su amigo sino por Lili.

Que digan lo que quieran, pero esos dos tienen algo, y a mi no pueden ocultármelo.

Gli amanti.—suspira Paola mirando en la dirección de la que acabo de llegar.—Hacen una linda pareja ellos también.—parece que las dos estamos pensando en lo mismo. Si es que ya lo dicen, las grandes mentes piensan igual.

—Díselo tú, a ver si te hacen caso, porque a mi no hacen más que regañarme cada vez que lo sugiero.—me quejo preparando una ronda más de bebidas, listas para que Mario las sirva a las mesas cuando vuelva a la barra.

—Sería gracioso que las tres tuviéramos novio. Una cosa que non avrei mai pensato che sarebbe successo.—lo de que acabe las frases en italiano a veces me saca de quicio.

—Traduce.—Paola me saca el dedo de en medio antes de responder.

—Que nunca pensé que pasaría. No te lo tomes a mal, Ale.—ahora soy yo la que le saca el dedo de en medio. Lo que me faltaba por oír.

No sé ni como, pero sobrevivo al resto de la noche. Me duelen los dedos de preparar vasos y sujetar las pinzas para servir hielos. Tengo un dolor de cabeza de la tensión de la coleta que no me deja pensar, y siento que en cualquier momento podrían dormírseme las piernas.

Pero cuando nos estamos despidiendo en el parking, Mario no me deja montarme en el coche para que nos vayamos a casa. Por lo que sea, hoy no le apetece llevarme como hace todas las noches.

—¿Se puede saber que te pasa hoy?—un par de toquecitos en mi hombro hacen que me gire en medio de un bostezo.

Ataviado con una sudadera y un pantalón de chándal, Adri está detrás de mi. Y no sólo eso, sostiene entre sus brazos un ramo de flores precioso.

—Sorpresa.

Me muero aquí mismo y que me entierren ya. Si me pidiera matrimonio ahora mismo, le diría que si.

No sé ni que decirle, me he quedado sin palabras.

Cuando por fin, consigo reaccionar, tomo el ramo y le envuelvo en un abrazo. Por el flashazo de la cámara, sé que alguien nos está haciendo una foto.

—Pensaba que estabas con Plex.—digo aun atrapada alrededor suyo.

—Borja me ha dicho que estabais hasta arriba, y pensé que esto podía alegrarte un poco la noche.—¿se puede ser más adorable?—Si quieres, te puedes venir a dormir a casa. Prometo dejarte descansar.—tose, disimuladamente cuando las risas de Lili y Borja nos hacen saber que han escuchado la conversación.

Son todos unos mentes sucias.

—Me parece bien.—más risas hacen que me gire para poner los ojos en blanco. Cómo si los demás fueran todos unos santos.

El editor me pasa el brazo por encima, y me guía hasta el coche de Borja, que nos va a llevar a nosotros y a Lili, pues su casa le pilla de paso. O tal vez ellos también van a dormir juntos pero no quieren decirlo.

Nunca lo sabremos.

—De nada, eh.—se despide Mario.

Está claro que tengo a los mejores.

Cuando al fin me tumbo en la cama del chico, y puedo descansar los músculos, pienso en lo diferentes que eran las cosas la última vez que estuve aquí. Tan sólo unas horas después iba a hacerme el ghosting de mi vida. Y ahora, novios.

Cómo cambian las cosas.

Pero supongo que cuando tiene que ser, es. Y que eso es lo que nos ha pasado a nosotros.

—¿Estás nerviosa?—me pregunta acariciándome la espalda. Un pequeño escalofrío me recorre de arriba a abajo.

—¿Por mañana?

—Si.—no lo he pensado mucho, pero va a ser nuestra primera aparición pública. Supongo que todo el trabajo en el restaurante no me ha dejado ni siquiera planteármelo.

Sólo a nosotros se nos ocurre hacer pública nuestra relación en La Velada de Ibai.

—Bueno, no todos los días tu novio famoso te presenta delante de un millón de personas. Así que sí, podría decir, que estoy nerviosa.











☀️
mas monos
nos leemos pronto
espero que os haya gustadooo

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Verano | Adrián IglesiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora