22 - La forma del amor

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Aquella noche, Finn no pudo estar tan cerca de Logan como le hubiese gustado. Pero no se sintió mal por ello, y es que la razón lo hizo sonreír.

Tessa había capturado a su hermano y lo mantenía patinando con ella por toda la pista de hielo, dejándose dar vueltas como si fuese una verdadera competidora artística. Desde donde estaba, Finn podía ver a Aris y a Kyler poniéndose sus patines, y a Dylan charlando con Will cerca del gran árbol navideño que iluminaba la noche y el sitio entero. Su hermano abrazaba a Will, tal vez seguía reconfortándolo y haciéndole ver lo buena que era su vida ahora que lo tenía a su lado, incluso aunque la situación fuese difícil a veces.

Eva y Eric también estaban en la pista, incluso aunque parecía que Eric no era bueno en eso. Eva lo ayudaba, y Eric lo intentaba por ella.

Junto a Finn, a su izquierda, Coco comía una de las banderillas festivas que todos probaron antes, y que solo pocos lograron terminarse. Eran festivas porque las ponían en un plato con adornos navideños, pero fuera de eso lo consideraba una estafa del marketing.

Por otro lado, a su derecha, Marlon miraba en silencio hacia la pista de hielo. Todas las personas alrededor parecían muy felices, casi parecía una verdadera película navideña, y Finn no estaba familiarizado con ese tipo de películas. Siendo honesto, la navidad nunca fue una celebración demasiado importante porque se trataba de estar con la familia, y hacía mucho tiempo que su familia ya no se sentía ni unida ni mucho menos amorosa.

Estar con sus amigos, y principalmente con Logan, convirtió esos días en algo más que unas vacaciones. Pudo apreciar un enorme contraste, ya que esa misma mañana su madre había golpeado su mundo, y ahora otras personas lo reparaban.

No quería sentir eso, no quería sentir que estaría mejor distanciado de ella, pero cada vez que su madre no estaba, todo parecía menos abrumador y estresante. Entre ratos esos pensamientos lo hacían sentir como alguien horrible, pero en otros, su mente se defendía trayendo a colación situaciones del pasado, injusticias de su madre a su hermano, a su padre, a las personas que la rodeaban, y se preguntaba si en realidad era incorrecto aprender a verla como en verdad era ella.

—¿Quieres banderilla? —preguntó Coco, acercándole su plato.

Finn la miró y negó con una sonrisa amable.

—He comido demasiado ya —le dijo—. Pero, gracias.

—He llegado a mi límite también —suspiró la chica mientras dejaba el plato en la basura y se sacudía las manos. Se ató su largo cabello negro y se ajustó el cierre de su abrigo afelpado blanco—. Bien, ahora somos el trío de los solteros. Nos vemos algo patéticos aquí, solo mirando hacia donde las parejas felices patinan en el hielo.

Finn no dijo nada, pero parte de esa afirmación era incorrecta. Sí se sentía extraño por solo mirar hacia la gente que patinaba, pero Coco se equivocaba en algo. Finn ya no era soltero.

Saber aquello lo hizo sonreír y mirar hacia el frente. Logan le estaba atando los cordones de los patines a Tessa, comprobando que todo estuviese en su sitio antes de dar una vuelta más a la pista. Cruzaron la mirada, él le mostró una sonrisa, Logan respondió con una más grande, pero apartó la mirada porque no era prudente desviar la atención a otro sitio que no fuese el camino por el que conducía a su hermana.

—Bueno, ustedes deberían de ir a patinar también —dijo Marlon.

Finn se giró hacia su amiga. Tal vez ella también creía que estaba interesado en Coco. Y bueno, era comprensible, Finn no había hecho nada para desmentirlo, pero Logan y Coco tampoco. Logan porque también era discreto, Coco porque era leal a Logan.

—No vamos a dejarte sola, Marlon.

—Oh, por mí no se preocupen —dijo la chica—. Si les soy honesta, creo que esas banderillas no le cayeron nada bien a mi estómago, creo que iré a la cabaña a recostarme un rato.

Closer To YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora