Su casa se estaba convirtiendo en ese sitio al que odiaba volver. Se sentía ajeno a aquellas paredes, desplazado y reemplazado por el ser humano más despreciable que conocía.
Aris solía decirle que admiraba su carácter, porque parecía incapaz de odiar a las personas. Y constantemente, Finn se preguntaba si eso era verdad. Porque no odiaba a Calum... al menos eso era lo que él creía, porque no deseaba que cosas malas le ocurrieran. Pero en esos momentos, ese mal deseaba hacérselo él mismo.
Estaba tratando de practicar su serenidad cuando entró a la casa, anticipando encontrarse con su hermanastro o con su madre, pero para su sorpresa, al primero que se topó fue a Michael Carrie, el representante de Dylan y de Poppy.
—Buenas tardes, Freddie —le dijo el hombre de traje. Su rostro inflexible nunca le había transmitido confianza. Y por si fuera poco, Finn había dejado de corregirle su nombre hacía ya casi dos años.
—Hola. ¿Dylan está aquí?
—No. ¿Bromeas, chico? Yo solo vine a darle las buenas noticias a tu madre, para aligerar el ambiente entre ella y tu hermano. La dejé de mejor humor.
—¿Buena noticia?
—La productora va a liberar en unas semanas el primer avance de la serie de Dylan y de Poppy. Si todo sale bien, pronto comenzarán las entrevistas promocionales, antes del estreno. Creo que logramos contener los rumores pasados. Todo quedó en el aire. Parece un segundo respiro para todos; sigue habiendo una gran expectativa por el programa.
Finn asintió. Ahora tenía sentido que su hermano hubiera invitado de último momento a William a comer. Seguramente esta noticia también debía saberla su amigo ya.
Y, de cierta forma, a Finn le parecía bueno escuchar que su madre estaba de mejor humor. Tal vez, si todo salía bien, tendría ánimo suficiente como para hacer las paces con Dylan. Quería creer que podía pasar, así que decidió ser positivo en su interior.
—Bueno —dijo Michael, observando su reloj y demostrando su prisa—. Debo irme. Un gusto verte, chico. Cuida a tu mamá, no la dejes sola. Con todo esto de Dylan, ella solo te tiene a ti, lo sabes. Pero descuida, ya verás que todo se arreglará pronto.
—Claro. Adiós.
—Adiós, Freddie.
Cuando aquel hombre de traje se marchó y el silencio volvió al recibidor de la casa, Finn colgó su abrigo y miró en dirección a las escaleras, luego hacia el largo pasillo que llevaba a la cocina, de donde provenía luz y un olor a pollo envinado. Su madre solo cocinaba cuando de verdad estaba animada.
No fue a verla porque deseaba que su buena actitud continuara hasta la cena, y si lo veía, le preguntaría dónde estuvo, y todo conduciría a una nueva discusión sobre sus amigos y la escuela. Así que subió, pero en lugar de ir a su habitación, fue hasta el final del pasillo y entró a la de Calum sin avisar.
El chico, esta vez, estaba en su cama hablando por teléfono, pero se sentó de golpe y le dijo a la otra persona que la llamaría después.
Finn cerró la puerta y lo miró con frialdad.
—Tú de verdad deseas morir, ¿verdad? —gruñó Calum—. Deja de entrar de esa manera a mi habitación.
—Esta es mi casa. Todas las habitaciones son mías. Si quieres privacidad, deberías irte a la tuya. Pero como eso no va a ocurrir, tendrás que acostumbrarte.
—Te crees muy listo.
—Y tú te crees muy limpio de conciencia, pero te recuerdo que no lo estás. Te lo dije, te advertí que no te metieras con mis amigos, y fue lo primero que hiciste.

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Closer To You
Romance(Libro 2, Serie Love is Love) Logan tiene claro el tipo de pareja que desea tener, y un prospecto que se acerca peligrosamente a lo que busca. Finn no está interesado en el amor, especialmente porque aún no comprende quién es realmente ni qué hay de...