Capitulo 26: Entre el bosque y el deseo.

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El siguiente contenido es sexual, leer bajo su propio riesgo

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El bosque estaba lleno de vida bajo la luz dorada del mediodía. Los árboles proyectaban sombras irregulares en el suelo, y el aire olía a frescura, a tierra y hojas nuevas. Bakugo y Kaisa estaban solos en aquel rincón apartado, lejos de cualquier interrupción, envueltos en la calma natural que los rodeaba.

Kaisa miró a Bakugo con intensidad, una chispa juguetona en sus ojos mientras lo desafiaba a acercarse más. En medio de la serenidad del bosque, la tensión entre ellos era como una corriente eléctrica. Bakugo, que solía ser todo orgullo y energía, ahora parecía atrapado en una mezcla de emociones que lo llevaban directo hacia ella. Sin decir nada, acercó sus manos al rostro de Kaisa, sosteniéndola suavemente, y la besó con un ardor que parecía encender hasta el aire a su alrededor.

Sus labios se encontraron en una conexión profunda, y ambos parecían perderse en el momento. Kaisa sintió cómo su corazón latía con fuerza mientras Bakugo la acercaba más, presionándola suavemente contra el tronco de un árbol. El susurro de las hojas y el canto de los pájaros parecían desvanecerse, dejando espacio solo para ellos dos.

—Kaisa... —murmuró Bakugo en un susurro, la voz grave y llena de deseo. Su tono parecía una promesa, una confesión apenas contenida, y Kaisa sintió un escalofrío recorrer su piel.

Ella no podía ocultar su propio anhelo, y con una sonrisa desafiante, lo miró intensamente. Alzó una mano y la pasó por su cabello, enredando sus dedos en él mientras sus labios volvían a encontrarse en un beso lento, cada vez más apasionado. Bakugo parecía entregarse por completo, sus manos recorriendo sus costados, su toque cargado de una ternura que solo ella podía ver.

La luz del sol se filtraba a través de las hojas, iluminando sus rostros mientras sus respiraciones se entrelazaban. Había algo en esa conexión, un vínculo que se intensificaba con cada beso, con cada caricia. Bakugo se apartó solo un poco, sus frentes pegadas, compartiendo el mismo aliento en un instante íntimo que parecía eterno.

—Te necesito, Kaisa —susurró, su voz un poco ronca, cargada de deseo y algo más profundo, algo que parecía invadir hasta sus pensamientos.

Kaisa, respondiendo a la intensidad de sus palabras, llevó sus manos a la espalda de Bakugo, hundiendo los dedos en la tela de su chaqueta, queriendo sentirlo aún más cerca. Sus labios se encontraron una vez más, en un beso que los hizo olvidar el mundo que los rodeaba, dejándolos atrapados en un momento que parecía eterno, abrazando el bosque, el mediodía y la certeza de que estaban destinados a estar juntos.

Kaisa observaba a Bakugo, intentando leer su rostro, pero algo en él no encajaba. Definitivamente, algo no estaba bien. Sus gestos, su silencio... el ambiente entre ellos ya no era tan relajado como antes. Algo había cambiado en su comportamiento, un cambio sutil pero palpable.

Intentó hablar, intentando captar su atención. Pero él, en su típica manera, parecía no escucharla o, peor aún, estaba ignorando deliberadamente sus palabras. Los ojos de Kaisa pasaban de su rostro a sus manos, que se mantenían tensas, casi como si estuviera luchando contra algo dentro de sí. El silencio entre ellos se alargaba, y su confusión aumentaba.

"La bruja y el guardián de las llamas." | Bakugo Katsuki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora